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“Gracias Mundiales”, tituló en su tapa el diario deportivo Olé, con una fotografía a toda página de Javier Mascherano abrazando al astro Lionel Messi, quien recibió el Balón de Oro como mejor futbolista de la Copa del Mundo. “El sueño terminó. Argentina le puso el pecho a la poderosa Alemania, la peleó y tuvo chances clarísimas (...) Perdimos 1-0 al final, dejamos el alma y volvimos al podio después de 24 años”, señala Olé en su portada.
En su versión digital, el diario deportivo tituló: “Corazón de campeón”, y añadió que Argentina “merece el mejor recibimiento” y pide “que la tristeza no tape el bosque”. Por su parte, La Nación, con una fotografía de todo el plantel sobre el campo, cabizbajo tras perder el partido con un fatídico gol de Mario Götze en la prórroga, destacó que Argentina deja Brasil “sin Copa, con orgullo” y hace mención en su tapa a los violentos incidentes ocurrios en el centro de Buenos Aires tras el choque.
“Era una fiesta y derivó en una batalla campal. En el Obelisco hubo robos, choques y saqueos: 60 detenidos, 15 policías heridos e incidentes en el interior”, narra. En su edición online, La Nación añadió que “La eliminación duele como tantas veces pero el orgullo late como nunca” y afirmó que Argentina regresa “sin gloria pero con la conciencia tranquila” de Brasil.
El domingo por la noche, a pesar de no poder levantar su tercera Copa del Mundo, los aficionados de la Albiceleste se mostraron agradecidos con sus jugadores por devolverles a una final 24 años después. Sin críticas ni reproches, las frases más comunes eran “gracias por hacernos soñar”, “orgullosos de ustedes como verdaderos guerreros” y “los esperamos, héroes”.
La selección argentina tiene previsto aterrizar este lunes a las 10:00 locales en Buenos Aires y dirigirse al predio deportivo de Ezeiza, cerca del aeropuerto de Buenos Aires, adonde acudirá la presidenta Cristina Kirchner para saludar a los subcampeones del Mundial de Brasil-2014, según informó el domingo la AFA.
“El amor es más fuerte”, resumió en su portada Página/12, con dos imágenes, una de los jugadores argentinos fundidos en varios abrazos y otra con un niño en hombros de su padre, con la camiseta de Lionel Messi, festejando en el Obelisco el subcampeonato.