Poyet repasó en conferencia de prensa los pormenores de la pretemporada bética, que se desarrollará en Marbella (Málaga, España) hasta el próximo 19 de julio, y sobre Sanabria, delantero de la Roma que la pasada temporada jugó en el Sporting de Gijón, manifestó que es muy optimista y que todo “va por buen camino”.
El preparador uruguayo destacó la planificación deportiva del Betis, que calificó como “cerca de lo máximo” porque, según reflexionó, dispone de los jugadores que pretendía y se ha logrado “algo que otros clubes no han hecho porque están buscando otras cosas o jugadores más caros por los que hay que esperar”.
“Hay bastantes jugadores que han llegado antes de empezar la temporada, eso es el sueño del entrenador porque nunca pasa, ya que siempre te llega alguno al último minuto. Hay bastantes cosas que van por muy buen camino, ahora depende de nosotros ponerlas en orden. Se van dando las condiciones. Falta lo más difícil, que es jugar bien y ganar”, comentó Poyet.
Se refirió también al estado en el que se ha encontrado a sus jugadores y, en este sentido, señaló que han vuelto muy bien de sus vacaciones y que ello le ha permitido empezar al nivel que pretendía, “bastante fuerte por lo que han podido ver estos días”; tras lo que repasó los casos particulares del chileno Felipe Gutiérrez y el italiano Cristiano Piccini, convalecientes ambos.
De Gutiérrez, indicó que hay que frenarlo “más que empujarlo”, mientras que de Piccini dijo que el aspecto físico es el que menos le preocupa y que, a partir de ahora, tendrán que empezar a “darle mucho fútbol” e incidir en el juego y en la táctica.
Señaló, entre otros asuntos, que no dará falsas expectativas a ningún jugador aunque esté haciendo la pretemporada, en referencia al alemán Heiko Westermann y Francisco Portillo; y subrayó la importancia en el grupo de Joaquín Sánchez, que “siempre suma y alegra un momento difícil”, y de Rubén Castro, sin cuyo concurso “no quiero ni saber dónde estaríamos”.
Gustavo Poyet adelantó también que, tras la salida de Alfred N'Diaye al Villarreal, el empleo de un sistema 4-3-3 dependerá del sustituto del franco-senegalés y, en este sentido, consideró que “no hay que ser terco” y, pese a que dijo que morirá con su idea, “si llegamos ahí y hay que cambiar en algún momento para mejorar, se hará”.