Al término de su comparecencia ante Renaud Van Ruymbeke, juez especializado en delincuencia financiera, Al Khelaïfi quedó como “testigo asistido”, un estatuto a medio camino entre el de simple testigo y el de imputado, según el sitio de información “Médiapart” que reveló anoche la información.
El interés de interrogar al dirigente futbolístico catarí es su responsabilidad como presidente de Quatar Sport Investment (QSI), filial del fondo soberano de Catar, y el hecho de que es propietario con su hermano Khalid de otra empresa que tiene un negocio paralelo, Oryx-Qatar Sport Investments, de acuerdo con “Médiapart”.
El nombre de QSI apareció en la investigación lanzada por la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) sobre unas supuestas redes de corrupción para la atribución de las Olimpiadas de 2016 a Río de Janeiro, de las de 2020 a Tokio y también de los Mundiales de Atletismo.
El PNF sigue la pista desde 2016 de movimientos sospechosos de dinero vinculados con Papa Massata Diack, hijo del antiguo presidente de la Federación Internacional de Atletismo, Lamine Diack, bajo la cobertura de actividades de mercadotecnia relacionadas con ese organismo.
Las pesquisas se han centrado, en particular, en posibles comisiones pagadas para cubrir las acusaciones de dopaje contra atletas rusos, pero también para favorecer las candidaturas de Brasil y de Tokio para los Juegos Olímpicos de 2016 y 2020, respectivamente.