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La Albirroja necesita sumar para acercarse a su objetivo, cual es la clasificación al Mundial de la FIFA, a disputarse este año en Nueva Zelanda.
En el fútbol, todo pasa por los resultados, aunque de un tiempo a esta parte, la afición empezó a tener una visión diferente, con un grado de exigencia superior. Por eso, nuestro equipo necesita crecer, levantar vuelo para generar el entusiasmo del hincha que desde la distancia apoya y a la vez critica cuando ve que el desempeño no está acorde al nivel de nuestros chicos y al prudencial tiempo de preparación para el evento (un año y medio).
Lo ideal será actuar con inteligencia, sin renunciar al ataque. El rival tiene una camiseta con un peso enorme y un nivel de juego respetable. Paraguay puede contrarrestar con garra y requiere de la máxima entrega del mediocampo para arriba para dañar a los auriverdes, que atacando son fuertes y defendiendo, generalmente débiles.
Pistas sobre el equipo, no existen. Víctor Genes da la alineación una hora antes y las prácticas se realizan a puertas cerradas.
Los medios de prensa ingresan para captar imágenes de la entrada en calor y disponen de tres componentes del plantel (los nombres los definen en el acto), para las entrevistas, después del almuerzo.
Mientras se siga sumando, todo bien. Necesitamos de la mejor versión del Tony, sea de titular o suplente y que el Chico Díaz, que le da frescura al elenco, juegue, para aportar algo distinto, porque para correr existen muchos.