“Hay registros en la sede de la DFB y en casa de tres interrogados: el presidente de la DFB, uno de sus expresidente y de un antiguo secretario general”, indicó a la AFP una portavoz de la fiscalía de Fráncfort.
Aunque la fiscalía no ha dado nombres, el presidente de la DFB, Wolfgang Niersbach, su predecesor Theo Zwanziger y el exsecretario general de la Federación, Horst Schmidt están en el centro del escándalo. La fiscalía sospecha de un posible fraude fiscal de estos actores “por sus responsabilidades anteriores en las declaraciones de impuestos inexactos y de haber ’escondido’ una cantidad significativa (...) en los impuestos del año 2006”.
La sospechas de “corrupción” y de “abuso del bien social” no son objetos de investigación debido a la “prescripción” de estos delitos, precisó. Alemania está siendo sacudida desde hace semanas por acusaciones de compra de votos durante la decisión, tomada en el 2000, de a quién atribuir el Mundial-2006. El caso fue revelado el 16 de octubre por el semanario Der Spiegel que afirmaba que el Comité de Candidatura alemán creó una caja negra para comprar votos.
La fiscalía se interesa por los 6,7 millones de euros que según Niersbach fueron transferidos a la FIFA en 2002, para asegurarse una subvención, por el patrón de Adidas en la época, Robert Louis-Dreyfus. Posteriormente, según la prensa, la DFB habría pagado en 2005 esta cantidad como una contribución a un programa cultural de la FIFA.
Es este último pago el que interesa a la fiscalía para quienes los fondos fueron “utilizados con otros fines” y no “como gasto deducible” en los impuestos. En la época de la decisión, Niersbach era miembro del Comité de Organización, bajo la dirección de Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol alemán.
Niersbach aseguró por su parte que no había caja negra o sobornos pagados, sin poder explicar con precisión el destino de los 6,7 millones de euros pagados por la Federación. Según él, Joseph Blatter y Franz Beckenbauer tuvieron una “reunión” en enero de 2002, en la que el presidente de la FIFA le había hablado de una subvención de 170 millones de euros con el fin de ayudar a Alemania a organizar el Mundial-2006.
Niersbach dice que la Comisión de Finanzas de la FIFA reclamó 6,7 millones de euros para desbloquear la subvención, una suma que fue pagada por Robert-Louis Dreyfus, exjefe de Adidas, ya fallecido. La FIFA niega estas afirmaciones.