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El Feliciano Cáceres recibía el primer partido de la temporada entre dos equipos que siempre se preparan para ser protagonistas del torneo. Sportivo Luqueño se reforzó bien para encarar esta parte del año. Libertad, con nuevo entrenador (Aldo Bobadilla), habría que ver qué proponía.
Luqueño se mostró mejor desde el inicio del partido, manejó la pelota y llegó siempre con mucho peligro hasta el área de Rodrigo Múñoz. Libertad mostraba poco, sin fuerza en ataque a pesar de contar con Salcedo y Cardozo y que había avisado al inicio con un remate desde la izquierda.
El gumarelo se complicaba en la salida ya que los defensores querían salir jugando de manera pulcra pero había equivocaciones y los delanteros luqueños aprovechaban para poder llegar hasta Múñoz.
Fueron varias las situaciones que tuvo Luqueño para ponerse en ventaja pero no lograría hasta el minuto 34, cuando se vino un tiro de esquina desde la izquierda, Nelson Cabrera desvío el balón y Osmar Leguizamón aprovechó para anotar el tanto.
Libertad tuvo una sola ocasión después del gol auriazul en el que pudo igualar, pero Salcedo no pudo definir. Muy superior fue el local en la primera etapa.
El segundo tiempo comenzó de la misma manera en que se desarrolló la primera, con Luqueño mucho mejor que Libertad y con muchas llegadas que pudieron aumentar más la ventaja.
El local tuvo jugadas claras en las que pudo aumentar la diferencia de goles, pero en un gran ataque de Libertad se vino un centro de Óscar Cardozo y un cabezazo de Antonio Bareiro, que le sirvió para marcar el empate.
Pero Luqueño siguió mejor, y apenas movió el balón, Blas Armoa lo tomó, remató al arco, Múñoz no pudo retener y Nicolás Orsini, que acababa de ingresar, metió el segundo para su equipo.
A partir de ahí fue todo de Luqueño, que jugó muchísimo mejor que su rival, con un mediocampo de Dos Santos y Riveros, que lo hicieron muy bien, y un Libertad que ni con los cambios mejoraba. Fernando Giménez debutaba en el Gumarelo, pero le costó entrar al partido, así como a todos sus compañeros.
No aprovechó su momento Luqueño que tuvo todo para poder marcar el tercer gol. El partido se iba pero Libertad tuvo una de las últimas jugadas. El balón llegó desde la derecha, y Wilson Leiva aplicó el cabezazo para igualar el partido.
El juego terminó con el empate y la frustración por parte de los luqueños, que una vez más se quedaron con las ganas de llevarse un triunfo jugando en casa ante un Libertad que mostró muy poco.