A principios de semana, el presidente del club alemán, Karl-Heinz Rummenigge, anunciaba un acuerdo con Reina, de 31 años y exjugador de Barcelona, Villarreal, Liverpool y Nápoles, a falta de que pase los exámenes médicos y se produzca la firma del contrato, que lo ligará a la entidad hasta 2017. En principio el papel de Reina será el de segundo portero, una vez que la posición de primer guardameta parece asegurada para el alemán Manuel Neuer, reciente campeón del mundo y elegido “guante de Oro” en Brasil.
Con la incorporación del cancerbero español, la cuarta del verano, Rummenigge dio por cerrada la plantilla del conjunto bávaro. Hace dos semanas era el propio entrenador del Bayern, el español Pep Guardiola, quien anunciaba que sólo le faltaba un portero para dar por cerrado el equipo, descartando así la llegada de nuevos jugadores de campo.
La llegada de Reina al Bayern, cifrada en unos tres millones de euros, tiene además un especial significado para Reina, ya que se produce 40 años después de que su padre, el también portero Miguel Reina, perdiese frente a este equipo la final de la Copa de Europa de 1974 cuando jugaba en el Atlético de Madrid.
Reina, a pesar de que el combinado muniqués no ha sido un destino tradicional para los jugadores españoles, llegará a un equipo donde el castellano no es una lengua extraña. Reina coincidirá con los centrocampistas Thiago Alcántara y Javi Martínez, a quienes ya conoce de la selección española, y el joven lateral Juan Bernat, además de con el veterano delantero peruano Claudio Pizarro.
De los cuatro españoles, sólo Javi Martínez se encontraba ya en las filas del Bayern cuando Guardiola se hizo cargo del Bayern. Martínez había llegado un año antes después de que el club de Múnich pagase por él por 40 millones por deseo expreso del entonces entrenador Jupp Heynckes.
Con Heynckes, Martínez se convirtió en una de las piezas fundamentales del conjunto que hace dos temporadas logró el triplete de Liga, Copa y Liga de Campeones. Ya el año pasado, recién aterrizado en tierras bávaras, Guardiola exigió la contratación del hispano-brasileño Thiago Alcántara, a quien había dirigido durante su etapa en el Barcelona.
“O Thiago o nada” llegó a decir Guardiola el verano pasado sobre un jugador con él pretendía darle su sello a un Bayern que venía de ganarlo todo. Sin embargo, Thiago sufrió varios problemas de lesiones que le impidieron estar disponible en momentos importantes de la temporada y el Bayern no consiguió reeditar los éxitos del año anterior, aunque se convirtió en el campeón más tempranero en la historia de la Bundesliga y alzó la Copa de Alemania.
El equipo de Guardiola recibió críticas por el juego de posesión desplegado por su equipo e incluso leyendas como Franz Beckenbauer criticaron la falta de pegada. A pesar de esto y de las bajas de jugadores importantes como el centrocampista Toni Kross, vendido al Real Madrid, o el delantero Mario Mandzukic, traspasado al Atlético de Madrid, el Bayern no ha realizado grandes desembolsos este verano.
El fichaje estrella de cara a la nueva temporada es el delantero polaco Robert Lewandowski quien llegó gratis desde el Borussia Dortmund. A estos se unieron el centrocampista alemán Sebastian Rode desde el Eintracht de Fráncfort, y el defensa de 21 años Juan Bernat, quien llegó por 10 millones de euros desde el Valencia.
La representación española en el organigrama del Bayern, sin embargo, no se reduce a la presencia de los jugadores y del propio Guardiola, ya que éste llegó con gran parte de los colaboradores que le habían acompañado ya en el Barcelona. En su equipo técnico se encuentran el catalán Doménec Torrent, quien actúa como segundo técnico junto al alemán Hermann Gerland, y el sevillano Lorenzo Buenaventura como preparador físico. Además, el exwaterpolista olímpico Manel Estiarte realiza labores de consejero de Guardiola mientras que Carles Planchart se encarga del análisis de los rivales.