Paraguayo en festejo del Atlético Madrid

MADRID. La Peña Los 50 reunió este sábado, 40 años después, al Atlético Madrid campeón del mundo, en un acto de homenaje, recuerdo, emoción y admiración para un equipo legendario, entre ellos estuvo el paraguayo Domingo Benegas.

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Este es el equipo que conquistó quizá el título más grande de la centenaria historia del club el 10 de abril de 1975 en el Vicente Calderón.

Aquella fecha permanece desde entonces imborrable en la memoria del fútbol y del conjunto rojiblanco, el momento en que el equipo madrileño venció al Independiente de Avellaneda en un estadio abarrotado, que vibró con el 1-0 de Javier Irureta, el gol que igualaba la eliminatoria después del 1-0 de la ida en Buenos Aires, y, sobre todo, con el 2-0 del argentino Rubén 'Ratón' Ayala.

“Recuerdo la jugada como una pelota pasada. Yo no sé quién se la cruzó a Gárate. Gárate la bajo de cabeza a mí, la paré de pecho, me quedó muy lejos la pelota, me medio barrí, le pegué y tuve la suerte de hacer el gol. Yo he jugado en San Lorenzo, en el Atlante, pero la verdad no recuerdo gente tan linda como la del Atlético de Madrid”, explicó este sábado Ayala.

“Es el gol más importante de mi vida. No cabe duda. El más importante, el más querido. Cada vez que vengo a Madrid soy muy feliz. Alegremente feliz. Jugué en San Lorenzo y Atlante, pero mi equipo es el Atleti”, continuó el ex delantero.

El camino del triunfo lo abrió Javier Irureta. “Yo creo que sí es el partido más importante que he jugado como jugador. Del gol, no sé quién le hizo el pase a José Eulogio (Gárate) en banda izquierda...”, decía 'Jabo' mientras Alberto Fernández le decía que la combinación con el delantero la hizo él.

“Gárate dribló muy bien a la derecha, centró con la derecha, entré de segunda línea y la pegué casi mordida, con la cabeza. Era el 1-0 que igualaba ya el resultado de Argentina. Eso nos dio bastante confianza para el resto del partido y a ellos, al verse igualados, les entró un poco de nervios. Más mérito que yo tuvo casi Gárate con la jugada”, continuó Irureta.

En la portería estaba José Pacheco. “Dar las gracias a Luis Aragonés porque habíamos jugado el domingo contra el Valencia, nos fuimos concentrados a El Escorial y, según subíamos al autobús, me llama al asiento de adelante y me dice: 'Estate preparado para el miércoles, juegas...”.

“Bochini y Bertoni eran dos jugadores que cuando cogían la pelota pensabas 'peligro, estos van a armarla en cualquier momento', pero no sólo eran ellos, porque había dos o tres fenomenales. Nos ganaron bien en Argentina y el partido de vuelta, con los nervios de una final, fue muy tranquilo. No pasé demasiados apuros”, dijo Pacheco.

“Yo era un portero automático. Fue un partido más o menos cómodo que se fue solucionando a medida que pasaba los minutos. Para mí, ese triunfo fue lo más importante de mi carrera”, añadió el ex guardameta este sábado desde el estrado del centro cultural Eduardo Úrculo, en el barrio madrileño de Ventilla.

A las 12.00 horas era la cita marcada para el homenaje. Ahí estaban Adelardo Rodríguez, Javier Irureta, Ayala, Panadero Díaz, Eusebio Bejarano, Rafa Fraguas, Paco Baena, Pablo Aguilar, Ignacio Salcedo, Alberto Fernández, Luis Gómez Laguna, Domingo Benegas, Eugenio Leal, José Pacheco y Marcelino Pérez.

Quince integrantes de aquella inolvidable plantilla que conquistó la Copa Intercontinental, con algunas ausencias por asuntos personales, como las de José Eulogio Gárate, José Luis Capón o Miguel Reina, y con Luis Aragonés y Heraldo Becerra en la memoria, representados por sus hijos durante un acto muy emotivo.

Sonó en toda la sala, a petición de Alberto Fernández, el 'Luis Aragonés, Luis Aragonés...' que retumba en las gradas del Vicente Calderón en cada partido, el himno del Atlético de Madrid y se hizo un repaso histórico, deportivo, musical y radiofónico de la historia del club hasta 1975, hasta el éxito de la Copa Intercontinental.

Adelardo Rodríguez, el capitán de aquel equipo, levantó la Copa.

Su foto de fondo recibió la subida hacia el estrado de todos ellos, entre los aplausos y con todo el público en pie. Después, echó la vista atrás hasta el partido de ida en Buenos Aires, disputado el 13 de marzo de 1975 y con derrota por 1-0, con gol de Balbuena.

“En el partido de ida jugamos contra un equipo que eran los 'diablos rojos' de Avellaneda. Nos contaban que eran un equipo muy difícil de jugar. Gracias al Ratón, a Panadero, que venían con nosotros, nos dieron las instrucciones de lo que tendríamos que hacer contra ellos. Perdimos el partido, pero con mucha ilusión, porque sólo fue un gol y sabíamos que en la vuelta les íbamos a superar”, rememoró Adelardo.

“Un momento muy alegre, muy divertido, porque tratamos de llevar las cosas adelante y cuando volvimos nos fue bien. Sí conocía a los jugadores rivales, porque el eterno rival de Independiente era Racing y traté de asesorarles lo mejor posible con el Ratón y con Heredia”, explicó el defensa argentino Panadero Díaz en el acto.

“Se aprende mucho con los jugadores argentinos. Son ganadores mil por mil. Yo a su lado he aprendido mucho de ellos. Son una gente fenomenal”, destacó Eusebio Bejarano, al mismo tiempo que Rafael Fraguas, un chaval en aquel momento, recordó que “estaba” acojonado, al ver esa gente que te decía: 'tu haz, tu vete'...

“Una vez hice un autopase y lo único que se le ocurrió a Panadero es meterme una colleja ¿Y esto va a ser así siempre? Son muy buena gente, miraban por uno... Yo estaba alucinando. Yo era el pequeñito, un niño con la gente que realmente me ha enseñado y doy gracias a ellos de todo lo que he aprendido”, añadió Fraguas.

Eugenio Leal vio el partido de ida desde el banquillo. “Nos ganaron bien, pero tampoco hubo nada. Bochini, Bertoni... tenía buenos futbolistas Independiente, pero el Atleti tenía un pedazo de equipo” , opinó. “No recuerdo un partido especialmente duro. No tuve problemas”, afirmó el paraguayo Domingo Benegas.

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