La policía está investigando quiénes fueron los agresores de los colegiados, que el sábado, tras un polémico encuentro, fueron golpeados en el vestuario después de que alguien cortase la corriente eléctrica.
El Baoding Rongda, último de la tabla, vencía 2-1 al Wuhan Zall cuando el árbitro, Huang Xiang, añadió siete minutos de descuento. La polémica no terminó ahí, pues el colegiado señaló un discutible penal a favor del equipo visitante en los instantes finales. El lanzamiento desde los 11 metros fue gol y el partido terminó con empate a dos, lo que desencadenó la irá de los seguidores del Boading Rongda, que comenzaron a lanzar objetos a los colegiados, según informó el diario Beijing News.
La CFA, que en las últimas semanas ha impuesto una serie de rigurosas sanciones a entrenadores y jugadores de la Super Liga -entre ellos el brasileño Oscar, castigado con 8 partidos de suspensión-, dijo que tanto los futbolistas del Boading Rongda como el equipo técnico increparon al cuarteto arbitral, que tuvo que ser escoltado hasta los vestuarios.
“Alrededor de las 22:30 (locales) se cortó la luz en el vestuario de los árbitros. Y alrededor de las 23:10 una docena de personas entró en el camarín para agredir a los colegiados, que fueron heridos en la cabeza, cadera piernas y otras partes del cuerpo”, indicó la CFA en un comunicado.
La policía intenta determinar ahora quiénes fueron los asaltantes, por qué se cortó la luz y por qué no había nadie para proteger a los árbitros. Por su parte la CFA, que también está investigando si el partido estaba amañado, sancionó con dos partidos al entrenador local, el alemán Johannes Bonfrere, acusado de increpar al colegiado.
El presidente del Boading Rongda, Meng Yondli, rompió a llorar en la rueda de prensa posterior al partido asegurando que el partido había sido amañado y que le habían robado la victoria a su equipo. Tras su intervención reunió a los futbolistas sobre el terreno de juego y les dijo que retiraba al equipo del campeonato.
Poco después él mismo renunció a la presidencia alegando “motivos personales”. Tras la renuncia del mandatario, sin embargo, el club pidió disculpas y descartó que el equipo abandonase la competición.