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La última fecha del fútbol paraguayo volvió a convocar a Olimpia en otra cita con la historia, ante una multitud franjeada en el estadio Defensores del Chaco. Solamente un empate era necesario, para volver a ser el monarca del fútbol paraguayo.
Incisivo y ambicioso, como es habitual, Olimpia comenzó el partido intentando replegar a Nacional en su campo. La organización de juego no dio resultados inmediatos ante la férrea defensa del Tricolor, que también mostraba señales hostilidad en algunas contras.
A diferencia de su modo de juego habitual, Nacional fue un equipo que priorizó el orden defensivo y apostó a sus individualidades en situaciones determinadas. La velocidad de Orlando Gaona Lugo y el desequilibrio de Danilo Santacruz como alternativas. Dicho planteamiento, sirvió para romper el marcador contra todo pronóstico.
A los 18′, Danilo Santacruz jugó un tiro libre rápido a espaldas de la dubitativa defensa de Olimpia. Mathías Martinez encontró el balón por izquierda y asistió a David Fleitas, que le empujó con la rodilla y silenció a la multitud franjeada en el Defensores del Chaco.
Impulsado por la ansiedad de salir del momento de estancamiento, el Decano buscó con pelotazos a Derlis González, que por momentos tenía doble marca. La más clara llegó mediante la pelota, con un cabezazo de Mateo Gamarra que desvío Santiago Rojas.
Sobre el final del primer tiempo, Olimpia estuvo cerca de recibir un “nocaut”, pero fue salvado por la tecnología. Dos goles anulados a Nacional, a David Fleitas y Miguel Jacquet: El primero por un offside previo y el segundo por mano. Un susto, denotando la dificultad que tenía el franjeado para encontrarse con su juego.
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Antes del comienzo del segundo tiempo, Julio César Cáceres se vio obligado a realizar un cambio forzado. La incursión de Luis Zárate por Saúl Salcedo en la zaga central, debido a la lesión de este último.
Más tarde entraron Brian Montenegro y Richard Ortiz, en reemplazo de Guillermo Paiva y Hugo Fernández, pero no hubo réditos inmediatos y la ansiedad empezaba a pasar factura. Duras faltas del franjeado en el medio sector que cortaba constantemente el juego.
Con el ingreso de Walter González, sumándose a Montenegro, quizás lo esperado era apostar al juego aéreo y los pelotazos. Contra cualquier especulación, los dos puntas realizaron una pared espectacular en la cercanía del área y la jugada terminó con la definición sutil de Brian para el empate. A los 75′ estalló el Defensores, porque Olimpia empezaba a acariciar la estrella 46.
El final del partido fue bien controlado por el franjeado. Nacional, producto de la impotencia, tuvo la expulsión de Juan Franco en los minutos finales, tras la dura falta contra Richard Ortiz. No hubo tiempo para más y se concretó el empate.
El Decano, otra vez el Decano, como su historia lo manda, se repuso a la adversidad y conquistó su estrella número 46. Un Olimpia que no pudo contratar en el año, lidió con dilemas legales y se refugió en los jóvenes de la cantera, con un entrenador que demostró estar a la altura. En lo más alto del fútbol paraguayo, como ayer, como hoy, como siempre.
Tras la derrota de Libertad ante Tacuary y el empate de Olimpia, el Decano es el campeón con más puntos en el año y asegura su presencia en la Supercopa Paraguay, donde enfrentará al Sportivo Ameliano en la búsqueda de seguir haciendo historia.