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Las mas de mil personas que ingresaron a Para Uno para observar Olimpia-Flamengo elevaron aún más la temperatura de un partido ya caliente desde el arranque. Por la cercanía de la platea con el campo de juego, hubo hasta un ida y vuelta entre aficionados y jugadores. El choque tuvo una serie de episodios que también encendió al público: la reacción de Filipe Luiz contra Derlis González, la jugada de Víctor Salazar con Giogian de Arrascaeta y el penal de Richard Ortiz.
Posterior al triunfo 4-1 del “Fla” por la ida de los cuartos de final, Renato Gaúcho denunció insultos racistas de los hinchas del Decano y algunas personas vinculadas al club, que gritaron a Gabriel Barboza cuando iba a la conferencia de prensa. “Desafortunadamente esto ha sucedido en el mundo, daño racial. Le exigí mucho al cuarto árbitro, al delegado de juego, lo pasamos a nuestro directivo”, expresó el entrenador del Mengao.
Varias cuentas de redes sociales publicaron un vídeo grabado desde el lugar de platea cuando Salazar era atendido muy cerca de los seguidores por un golpe que recibió de De Arrascaeta a los 23 minutos de la etapa inicial. Varios fanáticos comenzaron a corear “hijo de puta” contra el árbitro principal, momento en el que el arquero Diego Alves, quien conversaba con el segundo asistente, pide calma a la parcialidad franjeada.
La reacción del sector fue inmediata y uno de los hinchas, utilizó la palabra “macaco”, un género de primates catarrinos de la familia Cercopithecidae o monos el viejo mundo, para descalificar al portero. El grito racista fue uno de los tantos que, según el técnico brasileño, recibieron los integrantes del equipo carioca en el Manuel Ferreira. “Es importante exigir esto para que las autoridades puedan tomar las medidas necesarias. Ahora le toca a la directiva del club”, avisó el DT.