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Roque Santa Cruz es el referente del Olimpia campeón. A sus 39 años, el atacante sigue vigente y aún tiene resto para otra temporada más. El capitán cerró el 2020 sumando otro título con Olimpia. En el torneo Clausura, el Decano derrotó a Guaraní en la final y festejó la corona número 45. Luego de un pobre primer tiempo, como en los cuartos de final y la semifinal, el Franjeado reacción en el segundo tiempo, remontó el 0-2 de la etapa inicial y llevó la serie a los penales, donde ganó 5-4 y dio la vuelta olímpica.
Pero antes del último partido del año, y seguramente en la antesala de cada choque, Santa Cruz lideró la arenga. En esta ocasión, una especial, a minutos de la definición de un campeonato. “Esta es la final; no hay mañana, acá vamos con bronca, mañana no hay entrenamiento, no hay un partido la semana que viene, tenemos que dejar todo hoy, es lo único que queda: es hoy y nada más”, dejó en claro que delantero del máximo ganador del fútbol paraguayo.
“Tenemos que terminar como hombres, ser fuertes, vamos a ser honestos con el trabajo, sacrificados como lo fuimos todo el año. Si sufrimos, sepamos sufrir, cuando tengamos que aguantarnos una puteada del de al lado, aguantemos como hombres que somos. Tenemos que levantarle al grupo, al que le haga falta. Si alguno necesita de alguna buena puteada, tenemos que tener gente ahí que esté dispuesta a dársela”, agregó Roque centrado toda la atención del vestuario en el Defensores del Chaco.
“Hay veces que tenemos que hacer cosas que la gente no olvide. Tenemos que darles hoy algo que recuerde. Los títulos se recuerdan siempre, la gloria se queda por siempre. Así que vamos a inscribir otra vez nuestros nombres ahí donde todo el mundo va a recordar: nuestros hijos, nietos alguna vez van a leer que este grupo supo ser campeón. Este partido es por nosotros, no importa más el dinero, no importa más nada, lo único que no tiene precio es la gloria. Lo único que tenemos que hacer es sacrificio. Ser hombres para ganar”, culminó, con el grito de todos los demás jugadores.