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Aunque había quedado una sensación amarga tras el empate en Asunción, Olimpia era consciente que fue más que Águilas Doradas, que se había encontrado con el 1-1 sobre el final del partido. Además, el Decano tenía el plus de la experiencia copera, que casi siempre desnivela los partidos internacionales a su favor.
Francisco Arce había anunciado en la charla del mediodía que su equipo iba a ser cauto, pero dinámico y veloz para atacar, más aún si el rival estaba adelantado. Y apenas a los 3 minutos, el cuadro paraguayo ya comenzó a inclinar la balanza a su favor. Tras una gran habilitación de Cristian Riveros, el goleador de la Copa Sudamericana, José Ariel Núñez, castigó el mal adelantamiento de la zaga rival, picó solo y definió fuerte para poner el 1-0, que facilitaba toda la tarea y evitaba un desgaste innecesario.
Olimpia tuvo a un Juan Manuel Salgueiro que por momentos manejó los hilos del equipo y un mediocampo demasiado sólido, que no descansó hasta recuperar la pelota a su favor. Alejandro Silva no se proyectó demasiado, pero cumplió muy bien defensivamente al igual que Iván Torres, que tuvo un despliegue mucho más vistoso al aparecer en las dos áreas.
A los 9 minutos, el Decano ya dispuso de otra clara chance para aumentar el marcador, pero el palo derecho le negó el festejo a Salgueiro. Pero la segunda conquista no iba a tardar en llegar, pues a los 14', tras gran jugada individual de José Ariel Núñez, Iván Torres apareció de atrás para meterse al área y definir a un costado de Osvaldo Cabral, exportero de Rubio Ñu que ahora defiende al equipo colombiano.
Águilas Doradas se despertó y reaccionó rápido. A los 19 minutos descontó por intermedio de su goleador, Luis Páez, quien se elevó más que todos en un córner para aplicar un fuerte testazo.
A partir del 2-1, Olimpia tomó más recaudos y tenía la idea clara de aprovechar los espacios de contragolpe. En una de la salidas rápidas, Salgueiro estuvo cerca de cerrar el partido, pero otra vez el palo derecho evitó su grito en el Atanasio Girardot.
En la complementaria hubo total dominio en posesión de balón por parte del equipo cafetero, al principio no creaba peligro real, pero en los últimos minutos, Olimpia se salvó milagrosamente en varias jugadas creadas más por desesperación que elaboración planificada.
Como todo equipo colombiano, Águilas Doradas tocó y buscó llegar hasta Barreto, pero su ritmo fue demasiado cansino, no tuvo sorpresas ni velocidad para dañar a un Olimpia que había perdido respuesta ofensiva, pero que se las ingeniaba para que las pelotas no lleguen a portería.
El cuadro local buscó mucho los desbordes para lanzar centros a Páez y en los últimos minutos las pelotas en el área activaron la alarma del arco guaraní. La jugadas que más incomodaron fueron algunos remates de Vladimir Marín, uno de ellos bien tapado por Diego Barreto.
“Chiqui” Arce puso a Robert Piris da Motta para buscar mayor solidez en el medio, pero no resultó del todo, ya que si bien había mayor marca, la posesión seguía esquiva. La más clara fue un zurdazo de Rodas en el área que Barreto tapó espectacularmente. El sufrimiento del equipo paraguayo parecía innecesario ante un rival que se hizo superior en actitud principalmente y que llegó con mucho desorden. El equipo franjeado se las ingenió como pudo para sacar un vital triunfo que lo mete entre los 16 mejores equipos de la Copa Sudamericana.
Con algunas dudas en lo futbolístico, pero imponiendo como siempre el peso de la camiseta, Olimpia ya está en octavos de final de la Sudamericana y aguarda rival, que saldrá de la serie entre Independiente de Avellaneda y Arsenal de Sarandí.