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Los problemas con el arbitraje en Paraguay hacen correr rumores de un posible cambio en la direccción de árbitros, encabezada por Amelio Andino, y Carlos Alarcón sería uno de los candidatos a llegar a dicha dirección, pero el mismo afirmó que no le interesa.
“Hay muchos rumores, pero a mí nadie me habló sobre nada, ningún directivo. Le conozco a Robert Harrison, pero más relación tuve con su padre, le asesoré en la parte arbitral como amigo, en esa época estaba Carlos Maciel en el departamento de árbitros. A Robert le conozco de hace tiempo, no hablamos mucho, nunca tuvimos mala relación”, dijo Alarcón a la 730 AM, ABC Cardinal, sobre los rumores y su relación con el actual presidente de la APF, Robert Harrison.
“Todavía no arreglé todo con la Conmebol, pero ya no hago oficina, estoy activando de nuevo en mi profesión, empezando de nuevo a trabajar”, añadió con relación a sus ocupaciones en la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Al pedirle un análisis de la tarea arbitral señaló: “No se hizo mucho en mucho tiempo y el formar árbitros lleva su tiempo, lleva mínimo un proceso de 5 años para que llegue a primera división, es un proceso duro que hay que aguantar. El problema nuestro es que no tenemos valores, se fue un grupo y nos quedamos con poco, esa es la realidad, para la cantidad de partidos que hay es difícil, nadie tiene la várita mágica para transformar en poco tiempo. Se necesita un proceso muy largo”.
Después confirmó que no tiene interés en llegar a la dirección de árbitros. “No tengo mucho interés porque la gente es muy exitista, te exigen que sea mañana la solución y cuando agarrás un barco que se está hundiendo es difícil. Se tienen que hacer varios ajustes y le culparán de todo al que entre y eso no es justo. Hace varios años que no se hicieron cursos para árbitros, se trabajó con los valores que había de años atrás, con gente que ya tuvo sus oportunidades. No estoy muy compenetrado con nuestro arbitraje, miro desde las gradas el tema nuestro desde hace varios años, no me involucré mucho”.
“Siempre me preocupó como paraguayo y hay que analizar cuando sea necesario. Sinceramente no me interesa, no quiero agarrar -como se dice en guaraní- una pelota tata (oelota con fuego)”, finalizó.