“Todo el mundo vio cómo se celebraba el sorteo y quién lo organizó. Yo no tengo duda alguna sobre la absoluta transparencia del procedimiento”, dijo Sorokin a la agencia Interfax.
Sorokin tachó de “leyendas” los comentarios sobre la existencia de “bolas calientes” que ayudarían a la FIFA a manipular el sorteo. “Todo esto se comprueba y se vuelve a comprobar. Hace mucho tiempo que nadie lo hace, si es que alguna vez se hizo. Son cuentos”, subrayó.
Destacó que “las bolas se guardaron en una habitación especial y el estatus de las personas que participaron en el sorteo habla por sí mismo de su absoluta honestidad”.
Sorokin subrayó que la buena fortuna es la única explicación para que al país anfitrión le tocara en suerte, además de Uruguay, dos de los equipos más débiles del torneo: Arabia Saudí y Egipto.
El Grupo A, que encabezaba Rusia, ha sido considerado unánimemente el menos fuerte de todos por la prensa internacional.
El sorteo del viernes fue presidido por el presidente ruso, Vladímir Putin, y el máximo dirigente de la FIFA, Gianni Infantino, y contó como maestro de ceremonias con el antiguo futbolista y actual presentador de televisión Gary Lineker.
El mundial arrancará el 14 de junio con el partido entre Rusia y Arabia Saudí en el estadio Luzhnikí, donde se disputará también la final el 15 de julio.