El escenario quizá no fue el más glamuroso para una estrella como él: una pequeña capital de provincias de 7.000 habitantes y un estadio con apenas capacidad para 18.000, pero a Neymar no pareció importarle. Se le vio motivado y muy contento.
El flamante fichaje del PSG, adquirido tras el pago al FC Barcelona de 222 millones de euros, una cantidad ocho veces superior al presupuesto del Guingamp, buscó el balón en todo momento. Se ofreció siempre y dejó toda una retahíla de fintas, pases y desmarques. Su estreno estuvo a la altura de las expectativas.
’Ney’ estuvo implicado en los tres goles con los que el París SG derrotó al Guingamp (2-0). Primero presionando para que el defensa Jordan Ikoko anotase en propia puerta (52) , después asistiendo al uruguayo Edinson Cavani con un pase al hueco (62) y por último marcando tras culminar una jugada, desde dentro del área y a pase de Cavani, que él mismo empezó (82).
Los parisinos sumaron de esta forma su segunda victoria consecutiva y celebraron la llegada del delantero brasileño. “Juego, estoy contento y el fútbol es el mismo. El país y la ciudad cambian, pero el fútbol es el mismo. La gente piensa que dejar el Barça es morir, pero es lo contrario, estoy más vivo que nunca”, declaró Neymar, elegido mejor jugador del partido.