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Imposible narrar este festejo. Imposible prepararse para él. Con una definición tan peleada, cualquier reacción antes de tiempo era un despliegue de energía inútil. Lo que ya se sabe es el lugar. En la Ciudad de Buenos Aires hay una docena de puntos de encuentros oficiales, pero quien dice fiesta dice Obelisco. Allá van decenas de miles. Algunos están desde temprano. Ninguno termina de caer, dice el relato de Clarín en su portal web. Argentina ganó por tercera vez la Copa del Mundo y su gente salió a las calles a festejar en grande.
La 9 de Julio está cubierta por una marea de gente vestida con los colores de Argentina. Llegar es misión imposible pero cientos de miles están ahí y van a seguir por horas. Los subtes desbordan de gente. Es la fiesta más grande del mundo. El McDonald’s más famoso del país resiste estoico el mejor final. Los colectivos se desviaron.
Para las 15 el tumulto ya tapiza por completo el cruce de Corrientes y 9 de Julio. La mayoría albiceleste brota del subte por Callao o Avenida de Mayo (las estaciones del Obelisco están cerradas, la línea C está cortada) o sale de autos que ya no tienen dónde estacionar, o bien llega a pie.
Todo el país está en las calles celebrando, con bombos, platillos y banderas, en un canto casi unísono de victoria.
En Rosario, la ciudad natal de Leo Messi, es festejo es emotivo. Chicos y grandes celebran la victoria de su ídolo, que besó la copa luego de cinco mundiales.
Los festejos se extienden a todas las provincias y no hay un solo lugar donde la albiceleste no ondee.
Festejos alrededor del mundo
En otros puntos del mundo, los argentinos y sus aficionados también festejan en grande la victoria de la Albiceleste. En Nueva York, Qatar y otros países la gente vibra con la tricampeona.
En Nápoles, Italia los aficionados tomaron la calle bajo el mural de Maradona en los Barrios Españoles.
Además, venezolanos cerca de la frontera entre Estados Unidos y México gritaron los goles argentinos en la final de la Copa del Mundo.
Fuente: Clarín.com