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Argentina, con Lionel Messi al mando, comenzó de manera inesperada el Mundial Qatar 2022 este martes en el estadio Lusail, donde fue sorprendido por un estupendo equipo de Arabia Saudí; que no sólo le ganó, sino que le mostró una cátedra de buen fútbol.
Inclinado el trámite desde el comienzo, bastante favorable para la albiceleste que antes del minuto ya tuvo una ocasión, en una jugada en la que Lionel Messi -que empezaba a avisar- disparó y desvió bien el arquero arábico. Lautaro Martínez bien de punta y muy participativo para pivotar; por su lado, Di María empezaba a picar desde la derecha.
A los 7 minutos, se produjo un agarrón de Saud Abdulhamid sobre Leandro Paredes en el área de Arabia. El árbitro esloveno Vincic recurrió al VAR y pitó penal, del que se hizo cargo Lionel Messi. Diez minutos tardó el diez en convertir su primer gol en el Mundial, con un tiro sutil hacia la izquierda, descolocando completamente a Alowais.
A pesar de las dudas acerca de su incursión en el onceno, el Papu Gómez demostró estar a la altura y fue de lo mejor en ataque, posicionado de extremo por izquierda. Dos asistencias a Lautaro y Messi, ambas terminaron en goles que fueron posteriormente anulados por posición adelantada . Un récord en la cantidad de offsides cobrados, dejando toda duda bajo criterio tecnológico del VAR.
Y fueron en total tres goles anulados a Argentina por adelantamiento, la última a Lautaro Martínez, otra vez. Es que los de Lionel Scaloni eran dueños del juego, pero necesitaban vencer la ansiedad y dominar el timing.
Alejandro Gómez fue de lo mejor en el primer tiempo de la albiceleste, mientras que Rodrigo De Paul, que estuvo impreciso, fue el punto bajo. Arabia, por su parte, jugaba entre líneas y hasta ahí le funcionó bien el sistema defensivo.
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Sorpresa al comienzo del segundo tiempo, porque a los 48′ Arabia Saudí se aprovechó un error de Argentina y empató el partido con su primer remate al arco. Saleh Alshehri agarró una defensa a contrapierna y sacó el zurdazo cruzado para vencer la resistencia de Emiliano Martínez.
La sorpresa no terminó ahí, porque cinco minutos después apareció Salem Aldawsari para dejar en el camino a tres defensores y concluir la jugada con un disparo al ángulo. Golazo para aplaudir y sorpresa en el estadio Lusail, o no tanta quizás, porque el equipo arábico había arrancado endemoniado el segundo tiempo, mientras que Argentina no encontraba su juego y empezaba a ser víctima de la ansiedad.
Scaloni mandó a la cancha de una vez a Julián Álvarez, Enzo Fernández y Lisandro Martínez, en busca de respuestas. Una búsqueda desesperada del empate, dejando de lado el estilo y apostando a las individualidades. La defensa árabe no dio señales de debilidad y se mantuvo firme en su disciplina táctica de jugar al límite del offside y achicar los espacios.
El lance entró en una cortina de incertidumbre cuando el arquero Al-Owais impactó sobre su compañero Al-Shahrani y lo dejó tendido en el suelo. Golpe con la rodilla al rostro que paralizó el partido por más de cuatro minutos, durante el tiempo de adición.
El equipo del francés, Hervé Renard, pasó por la tormenta y salió ileso; en un partido en el que imperó la entrega y la disciplina de una selección que jugó el partido de su vida. Los habilidosos no aparecieron en Argentina y pagaron caro el relajo del segundo tiempo, cortando un invicto de 36 partidos al mando de Lionel Scaloni.