Hawilla regresó hace cinco meses a Brasil tras cumplir arresto domiciliario en Estados Unidos desde abril de 2014, después de firmar un acuerdo de colaboración con la Justicia estadounidense por el que fueron arrestados siete altos cargos de la FIFA.
El empresario brasileño reveló tramas de corrupción que operaron durante cerca de veinte años en contratos comerciales para los derechos televisivos de la Copa América, la Copa Libertadores y el Campeonato Brasileño.
En Brasil, sus denuncias llevaron a la cárcel al expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) José María Marin y al actual presidente de esa organización, Marco Polo Del Nero, fue suspendido por la FIFA.
Hawilla fue acusado de fraude, lavado de dinero y obstrucción a la Justicia, delitos que cometió a través de la empresa brasileña Traffic, de la cual era propietario y que servía como agente de jugadores, además de ser dueña de los derechos televisivos de numerosos campeonatos y organizadora de la Copa América.
Traffic fue fundada en 1980 en Sao Paulo y adquirió, a lo largo de este tiempo, los derechos comerciales de los principales torneos de la región, entre ellos la Copa América, la Copa Oro de la Concacaf, la Copa Libertadores, la Copa de Brasil y de la Liga de Fútbol de Norteamérica (NASL).
En el acuerdo de colaboración suscrito, Hawilla aceptó devolver 151 millones de dólares.