“Si el juego fuera en el Mineirao, (la Libertadores) no tiene reglas. El Defensores del Chaco no tiene 40.000 lugares, el Independencia tampoco. El reglamento está aquí y no está siendo respetado. Tiene que haber igualdad”, dijo Alexandre Kalil al diario Folha este lunes.
La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) exige que la final de la Libertadores debe disputarse en estadios con un aforo mínimo de 40.000 personas.
El Defensores del Chaco de Asunción, sede del partido de ida el 17 de julio, tiene 31.700 asientos, mientras que el Independencia de Belo Horizonte cuenta con una capacidad de 32.722.
El Mineirao, sede de la Copa del Mundo de 2014 y del club Cruzeiro, el archirrival del ’Galo’, tiene capacidad para 64.000 espectadores.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) emitió una nota el viernes pasado pidiendo que se permitiera celebrar el partido de vuelta en el Independencia.
“La CBF no quiere polemizar con la Conmebol, la entidad a la cual está afiliada y con la que tiene las mejores relaciones, pero sí luchar por un pleito que considera legítimo. Por eso vamos a exigir el derecho del Atlético Mineiro a disputar el segundo juego de la final en su casa”, dijo su presidente, José Maria Marin, citado en el texto.
El equipo brasileño, dirigido por Cuca y que cuenta en sus filas con el experimentado astro Ronaldinho Gaúcho, buscará su primer título del histórico torneo continental de clubes.
“Ronaldinho dentro del campo es importantísimo. Cuca, no esperaba un entrenador tan preparado para ganar. Él está preparado para ganar” , expresó Kalil.
El Mineiro clasificó por la vía de los penales el miércoles a expensas del Newell’s Old Boys de Argentina, en tanto que Olimpia llegó tras eliminar al Independiente Santa Fe colombiano. Venció 2 a 0 en Asunción y perdió 1 a 0 en Bogotá.