El equipo dirigido por Filippo Inzaghi consiguió de esta forma encadenar un tercer partido sin perder, pero sólo ha conseguido 5 puntos ante tres equipos de la zona baja de la tabla, Empoli (14º), Cesena (19º) y Chievo.
“En mi opinión hemos mejorado en los últimos partidos, sobre todo en la personalidad y en la gestión del balón” , señaló el ex delantero.
Pero el juego ’rossonero’ sigue sin ser atractivo e Inzaghi no parece dar con la solución a pesar de los numerosos cambios de esquema y de jugadores que ha probado.
Este sábado recurrió a toda su artillería para buscar una victoria que cambiara la dinámica del grupo.
En el último cuarto de hora coincidieron en el campo el japonés Keisuke Honda, Giacomo Bonaventura, Alessio Cerci, el francés Jeremy Menez, Giampaolo Pazzini y Mattia Destro.
Honda disparó al larguero
En un partido cerrado, en el que cada equipo dispuso de muy pocas ocasiones de gol, lo más destacado para el Milán fue un disparo lejano de Honda en el minuto 48 que golpeó en el larguero.
El Chievo se acercó por medio del argentino Ezequiel Schelotto en el minuto 63, pero el arquero español Diego López respondió con un despeje de puños.
“Pudimos haber marcado. Jugamos mejor en la segunda parte, cuando tuvimos el tiro al larguero de Honda. Pero tenemos que ver el vaso medio lleno, no encajamos ningún gol” , añadió Inzaghi.
Con este resultado el Chievo toma un poco de aire y se separa 5 puntos de la zona de descenso que marca el Cagliari (18º) , mientras que el Milán sigue esperando encadenar una racha de victorias que le permita pelear por las competiciones europeas en la recta final del campeonato.
El domingo se disputa el grueso de la 25ª jornada con siete partidos, entre ellos dos clásicos, Inter-Fiorentina y Torino-Nápoles.
Para el lunes queda el duelo entre los dos primeros. El líder Juventus visita en el Estadio Olímpico a la Roma (2º) , al que aventaja en 9 puntos, con la seguridad de que una victoria le deja a un paso de su cuarto Scudetto consecutivo.
El partido entre el Génova y el Parma ha sido aplazado por la situación económica del segundo, que está en bancarrota y que la semana pasada tampoco jugó, al no contar con los medios económicos suficientes para recibir al Udinese con las medidas de seguridad necesarias.