El oro en los Juegos Olímpicos de Londres-2012 hizo nacer el optimismo en México, que vio cómo el pesimismo volvía tras las muchas dificultades pasadas en la fase de clasificación a Brasil en el hexagonal de la Concacaf, que le obligaron a jugar una repesca con Nueva Zelanda.
En Brasil-2014, México se impuso a dos equipos de calibre, como Camerún (1-0), una de las potencias africanas, y Croacia (3-1), una selección ascendente en Europa que cuenta con jugadores de elevado nivel como Luka Modric, Ivan Rakitic y Mario Mandzukic, además de empatar (0-0) con el local y poderoso Brasil.
Después, en octavos, tuvo sobre las cuerdas a Holanda, que se había paseado en la primera fase, goleando al campeón mundial, España (5-1), y después venciendo a Chile (2-0).
En el último partido, México se quedó a dos minutos del triunfo. Giovani dos Santos había adelantado a su equipo en el minuto 48, y Wesley Snejder igualó la contienda en el 88.
Ya en el descuento, Holanda logró un penal, por una entrada de Rafa Márquez a Arjen Robben, que fue transformado en el 2-1 por Klaas Jan Huntelaar.
“Me voy del Mundial tranquilo, orgulloso de haber encontrado este grupo, de haber dirigido a estos jugadores extraordinarios, ya les dije que levanten la cabeza”, afirmó el técnico Miguel Herrera.
“Nadie puede decirles nada hoy en día, hacen un gran partido, un gran Mundial, que para todos quedará así, a secas, porque no dimos ese paso como lo pensamos, pero para mí hicimos cosas que realmente nos dejaron muy tranquilos, hoy cuando atacamos demostramos que Holanda es un equipo vulnerable”, añadió Miguel Herrera.
Tras el pitido final del criticado árbitro portugués Pedro Proença, empezó la cuenta atrás de México para lograr el objetivo de superar en el próximo Mundial de Rusia-2018, los malditos octavos final en los que lleva seis veces seguidas cayendo, desde Estados Unidos-1994.
El relevo generacional debe pronto tomar forma en la defensa, con Rafa Márquez, que ya tiene 35 años, así como Carlos Salcido y Francisco Javier Rodríguez, que también superan la treintena.
En el centro del campo, en cambio, el mayor es Andrés Guardado, con sus 27 años, pero la juventud de Héctor Herrera (24), Marco Fabián (24), Isaac Brizuela (23), Javier Aquino (24), Carlos Peña (24) y Juan José Vázquez (26) permite creer que muchos de ellos podrían estar en Rusia-2018.
El centro del campo mexicano fue capaz de quitarle la pelota a Holanda en muchas partes del partido.
En la delantera, con Giovani Dos Santos, de 25 años, como estandarte, y si vuelve Carlos Vela, campeón del mundo Sub-17 como su compañero, tiene México gente con recorrido de futuro, siendo el más viejo Oribe Peralta, de 30 años.
El jugador mexicano demostró en los Juegos Londres-2012 que cree en sí mismo, algo que confirmó en Brasil-2014. Ahora solo tiene que dar un paso más en la progresión que lleva experimentando en los últimos años.
Y la base la tiene. Algunos jugadores del equipo que ganó el Mundial Sub-17 de 2005 están en el equipo, y se le presenta un futuro prometedor con los que se llevaron de nuevo ese título en 2011 y fueron finalistas en 2013.