“Me siento muy honrado por el gran interés que ha mostrado la entidad en que regresara. Pienso que estamos ante un proyecto muy interesante y lo afronto con la mayor ilusión posible”, indicó Pizzi.
Nacido en Santa Fe el 7 de junio de 1968, ocupa el banco que quedó vacante con la salida de José Almirón para volver a llevar las riendas de un equipo al que dirigió al título hace seis años. Bajo su mando San Lorenzo sumó un 56% de los puntos en juego con 23 victorias, 21 empates y 10 derrotas.
Un logro de imborrable recuerdo que le hizo generar atracción en la Liga española, a la que llegó como técnico a través del Valencia, al que estuvo a punto de clasificar para la final de la Europa League. La Federación Chilena se fijó en él para reemplazar a Jorge Sampaoli en enero de 2016. Pizzi dirigió a la Roja sudamericana 21 partidos, la llevó al título en la Copa América del Centenario, al subcampeonato en la Copa de las Confederaciones 2017 pero no pudo lograr el acceso al Mundial de Rusia.
En cambio Pizzi sí que pudo estar en la cita mundial del año pasado al mando de Arabia Saudí, con la que cayó goleado en el partido inaugural ante Rusia (5-0) , perdió con dignidad frente a Uruguay (1-0) y ganó a la Egipto de Héctor Cúper (2-1). Esta victoria le valió la renovación hasta esta Copa de Asia, en la que cayó en octavos ante Japón. Tras el partido anunció su despedida. Pizzi tenía ahora ofrecimientos de Europa, en especial de la Liga española, pero ha dado prioridad a la cuestión sentimental para decantarse por el Ciclón.