Todas las miradas estaban puestas en su estreno en la MLS en el derbi angelino ante el LA FC pero el que empezó copando los focos fue el mexicano Carlos Vela. El ex del Arsenal a los cinco anotó el 1-0 para los suyos. Rossi, en el 11, rozó el segundo pero su remate se marchó cerca del poste.
Las cámaras se centraban en Ibrahimovic, cabizbajo en el banco, mientras las portadas las copaba de nuevo Vela, que marcó el segundo. Ni media hora de partido le había bastado al mexicano para afirmar que, aunque todos miraban a ’Ibra’, la verdadera figura del juego era él.
Tras el descanso, nada cambió. Ureña cabalgó, pasó el balón hacia atrás y Steres anotó el 3-0 para el LA FC en su propio arco. El choque parecía acabado. La desventaja, irrecuperable. Pero las leyendas lo son por algo.
Lletget descontó en el 61 y, diez minutos después, Ibrahimovic saltó al campo para delirio de los aficionados. El sueco vio al arquero adelantado y con una volea desde 35 metros puso el 3-3. El estadio se vino abajo.
Quedaba tiempo para más. Así, en el tiempo de descuento, ’Ibra’ dejó el final feliz que esperaban los espectadores con un gol de cabeza para el 4-3 definitivo. Ya era oficial: la Galaxia angelina tiene una nueva estrella. Hollywood, un nuevo protagonista.