Una victoria contra la presión, ejercida por el Real Madrid y el Valencia, y contra los contratiempos que padece el Atlético en los últimos tiempos le dio más valor el triunfo. Fue su octava victoria en el Wanda Metropolitano.
El Deportivo arrancó mejor sobre el terreno, pasados los 30', cuando más dudas demostraba el Atlético, todo cambió en un penal señalado por Trujillo Suárez, en una lucha entre Pedro Mosquera y Saúl que no pareció tanto como para una pena máxima.
Gameiro, de vuelta al once entre la sanción de Griezmann y las molestias de Diego Costa, la transformó con soltura para anotar el 1-0 y, sobre todo, para dar al Atlético la primera y única certeza de un duelo gris, que encaró el descanso con otra opción más del Deportivo, un apurado cabezazo de Mosquera a puerta vacía y fuera.
En ese panorama entró el partido del conjunto coruñés, que tenía el balón, que profundizaba cuando encontraba la velocidad de Adrián López, que jugaba en campo contrario, que sumaba córners, pero que a la vez se quedaba en nada en la zona determinante. Por su parte el Atlético, a medio gas, contó los minutos para el final del encuentro y consiguió un triunfo rutinario.