La polémica suscitada a raíz del tanto del peruano Raúl Ruidíaz, validado por el árbitro después de una larga deliberación en la que conversó con alguien a través del micrófono durante varios minutos, indignó al técnico de Brasil, Dunga, el principal perjudicado, y no puso de acuerdo a otros seleccionadores.
“Con toda la tecnología que hay, con las cámaras, tengo duda de por qué se cometen errores tan graves”, se preguntó Dunga, quien también consideró “extraño” que el árbitro y sus asistentes pasasen cerca de cinco minutos consultando a alguien, por radio, acerca del gol. “¿A quién y de qué forma estaban consultando? eso es extraño”, añadió.
Por su parte, el seleccionador chileno, Juan Antonio Pizzi se ha mostrado “totalmente en contra” del uso de tecnología en el fútbol para dirimir acciones polémicas. “He sufrido más fallos en contra que a favor de errores arbitrales, pero me gusta el fútbol como lo aprendí a jugar hace 45 años y lo disfruto como es, al margen de los errores que muchas veces son injustos”, respondió al ser preguntado por la polémica.
En el lado opuesto se situó el entrenador de la selección argentina Gerardo Martino, que es favorable a la tecnología para minimizar ese tipo de errores. A su juicio, el gol de Ruidíaz fue “determinante” y le costó la clasificación a Brasil, si bien recordó que otro error arbitral grave en el primer partido favoreció a la canarinha ante Ecuador al anular un gol legal a los ecuatorianos.
Fue otra de las grandes polémicas de la Copa América Centenario que se podía haber evitado si el ojo de halcón, que determina si un balón ha entrado o no en la portería, se aplicase a la línea de fondo, ya que el árbitro anuló el gol cuando el balón del jugador que centró no había rebasado dicha línea.
Lo mismo se puede decir de las manos polémicas o determinantes, que en este momento tampoco están sujetas a análisis tecnológicos. Pero los problemas con la tecnología en este torneo no solo afectan a lo que ocurre sobre el césped. Son varios los jugadores y entrenadores que, preguntados por alguna acción concreta, han alegado que no pudieron verla porque no retransmitían los partidos en sus lujosos hoteles.
“No lo vi. En el cuarto del hotel no lo transmitían”, respondió en rueda de prensa Gerardo Martino al ser cuestionado por la jugada polémica del Brasil-Perú. Y no fue el único, ya que le pasó lo mismo en uno de sus desplazamientos al delantero uruguayo del Barcelona, Luis Suárez.