Junto a sus compañeros recién incorporados, el alemán Andre Schuerrle y el portugués Raphael Guerreiro, Götze realizó una serie de pruebas físicas dirigidas por el cuerpo técnico en las instalaciones de la Universidad de Bochum.
Los tres futbolistas estuvieron acompañados también de otros tres jugadores, el polaco Lukasz Piszczek, Julian Weigl y el surcoreano Park Joo-Ho, que volvieron recientemente de vacaciones tras los compromisos con sus respectivas selecciones.
“¡Finalmente, allá vamos!”, escribió Götze en su cuenta de la red social Twitter, al lado de una fotografía de él sobre una cinta de correr.
Su primera sesión con el equipo al completo será el miércoles con la mirada puesta en la Supercopa de Alemania, frente a su exclub el próximo 14 de agosto.
Durante su periodo en el conjunto bávaro que estaba bajo la batuta del español Pep Guardiola, Gotze tuvo una pálida actuación, pasando la mayor parte del tiempo en el banquillo o lesionado.
En 2013, el Bayern Múnich pagó por su fichaje 37 millones de euros (unos 41 millones de dólares) al Borussia Dortmund, quien lo recompró el pasado mes por 26 millones de euros.
En su regreso oficial con la camiseta del Borussia, Gotze podría encontrarse con una cierta hostilidad por parte de los aficionados, por su marcha al archirrival Bayern Múnich.
“Si algunas personas sienten con ganas de abuchearlo, que lo hagan”, declaró el presidente del Borussia, Hans-Joachim Watzke, en alusión al regreso del jugador de 24 años, que disputará su primer partido en casa ante el Mainz el 27 de agosto.
“Tenemos una democracia, pero reaccionaré como una alergia cuando alguien sea insultado personalmente. Eso no hace nada bien a nadie”, prosiguió Watzke.
Por su parte, el entrenador Thomas Tuchel expresó que su deseo pasa por que Gotze vuelva a reír dentro de los terrenos de juego.