Conocido como La Bombonera, el estadio bautizado originalmente como Alberto J. Armando, es propiedad del Club Atlético Boca Juniors desde su inauguración el 25 de mayo de 1940, y está enclavado en la Boca, un popular barrio al sur de Buenos Aires que convoca a miles de turistas por el tango y sus pintorescas casas de frente coloridos.
El estadio con forma de D tiene una capacidad para más de 50.000 espectadores, aunque asientos para casi 25.000, la mitad de los asistentes.
La declaración de interés como patrimonio cultural busca “reconocer el interés social y la importancia de su funcionamiento” , tanto del estadio como del alicaído barrio que lo rodea y que cuya recuperación está en manos de la alcaldía capitalina, a cargo del dirigente de derecha Mauricio Macri, expresidente de Boca Juniors.
“El Estadio del Club Atlético Boca Juniors es sin dudas una parte inseparable del barrio donde se encuentra y uno de los pocos lugares que ha podido inyectarle a la zona cierta movilidad frente a un entorno que se deterioraba constantemente”, indicó la declaración de la legislatura porteña.
El reconocimiento al estadio ocurre paradójicamente cuando la actual dirigencia del club impulsa construir un nuevo estadio y dejar La Bombonera sólo para recitales o actividades culturales, según dice.
La oposición, que reclama que se termine con el proyecto histórico de ampliación de La Bombonera, consideró inviable mantenerla solo con recitales o como un mero monumento histórico.
“Ha sido la misma Bombonera, con sus miles de espectadores que asisten los días de partidos de fútbol a sus instalaciones, con los eventos artísticos y musicales o con el ’Museo de la Pasión Boquense’ que movilizan a miles de personas, convirtiéndolo en un polo de atracción turística que ha sumado crecimiento para el barrio de La Boca”, explicaron los impulsores del reconocimiento al estadio del club auriazul, que tuvo entre sus estrellas a Diego Maradona, Juan Riquelme y Martín Palermo.