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Las citadas fuentes han explicado que Kike Salas continuará con su actividad normal mientras se esclarezca su implicación en una trama de apuestas que, presuntamente, habría estafado “una cantidad que no alcanza los 10.000 euros” debido a algunas amonestaciones provocadas por el zaguero en el tramo final de la pasada Liga.
Así, la preocupación del Sevilla no estriba en las posibles consecuencias penales del caso, que no serán graves debido a la escasez de las ganancias, sino a la sanción deportiva que podría conllevar para Kike Salas, ya que la legislación antifraude prevé la retirada de la licencia como futbolista por un periodo que oscila entre dos y cinco años.
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Kike Salas, internacional sub-21 con España, fue detenido ayer tras el entrenamiento del plantel que dirige Xavi García Pimienta para ser trasladado a la comisaría de Morón de la Frontera (Sevilla), su localidad natal, uno de cuyos juzgados investiga su implicación en una trama que obtuvo ganancias en las apuestas a raíz de unas tarjetas amarillas que él habría forzado que le mostrasen.
Además de al futbolista, la Policía Nacional detuvo a otras dos personas de su entorno -las personas beneficiadas por las apuestas- y los tres quedaron en libertad como investigados después de comparecer en la Comisaría de Morón y de que sus respectivos teléfonos móviles fueran clonados.