Según aseguró a la prensa tras la reunión el abogado de los familiares de los 21 hinchas de Peñarol detenidos por su presunta participación en actos vandálicos antes del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores contra Botafogo, Rodrigo Rey, la instancia fue "productiva".
"No venimos acá buscando interferencia en el proceso judicial de Brasil. Venimos a buscar apoyo humanitario", aclaró Rey, quien dijo que durante la reunión las familias le transmitieron a Albertoni sus planteos en busca de "una manifestación de preocupación" pero "sin lesionar el principio de no intervención y la independencia del Poder Judicial de Brasil".
Las dos preocupaciones centrales de las familias, explicó Rey, son "el deterioro de la salud mental" de dos de los detenidos, Alexis y Ezequiel, cuya prisión preventiva tuvo una prórroga y que, valoró, están sujetos a una "incomunicación", así como la situación de Felipe, que tiene una divergencia cognitiva por la que entienden que debería ser inimputable.
"Estamos conformes porque se han realizado gestiones administrativas que entendemos pertinentes", señaló el abogado a modo de balance de la reunión, en la que, dijo, Albertoni dio "plazos concretos de trabajo y conexiones con el consulado en territorio" que valoran positivamente.
Según subrayó Rey, "no hay precedentes en el pasado reciente" de un caso en el que 21 uruguayos fueran detenidos por una misma causa fuera del país, lo que calificó como "un hecho inédito histórico" que debe habilitar "otros ámbitos de discreción y de actuación administrativa" de las autoridades.
"También creemos que el derecho internacional humanitario y el derecho migratorio podrían ambientar otro tipo de soluciones de estímulo y salidas no punitivas a este conflicto que, por supuesto, van a ser estudiadas", añadió.
Por su parte, el padre de uno de los detenidos, Miguel Pedrini, dijo que en el caso de su hijo, si bien se encuentra bajo libertad vigilada con tobillera electrónica y no tiene problemas físicos de salud, sí tiene "una ansiedad impresionante".
El pasado 5 de noviembre, la Justicia de Río de Janeiro ordenó liberar a 10 de los 21 fanáticos detenidos por su presunta participación en actos vandálicos en esa ciudad horas antes del partido de ida de las semifinales de la Copa Libertadores Peñarol-Botafogo.
No obstante, deben permanecer en el país hasta la fecha del juicio y cumplir medidas cautelares para evitar la prisión, como acudir al juzgado para justificar sus actividades o cumplir con una prohibición de asistir a eventos deportivos.