Todo lo contrario que el Fulham, que de la mano de un inspirado Alex Iwobi, autor de un doblete, castigó los errores de un Brighton que, llevado por su furor ofensivo, volvió a conceder demasiado en defensa.
Fallos como el cometido a los cuatro minutos por el portero Bart Verbruggen, que en su intento de sacar jugado el balón desde su propia área acabó entregándolo al nigeriano Iwobi, que no desaprovechó el 'regalo' del guardameta neerlandés para firmar el 1-0.
Un gol que lejos de amedrentar a los visitantes, pareció dar alas a los del alemán Fabian Hurzeler, que no sólo se adueñaron del balón, sino que liderados por un gran Joao Pedro comenzaron a llegar cada vez con más peligro al área local.
Sólo la falta de acierto de los atacantes visitantes, que gozaron de varias claras oportunidades en las botas del marfileño Simon Adingra, impidió al Brighton igualar la contienda antes de llegar al descanso.
Un guion que no cambió en la segunda mitad, en la que los 'seagulls' encontraron, por fin, premio a su ambición ofensiva con el gol del camerunés Carlos Baleba, que estableció a los 59 minutos el 1-1 al culminar con un potente zurdazo una magnífica asistencia del brasileño Joao Pedro.
Pero cuando todo parecía más favorable para que el Brighton culminase la remontada, el Fulham volvió a adelantarse en el marcador (2-1) con un gol en propia meta del centrocampista danés Matt O'Riley a los 79 minutos.
Todo un mazazo para los visitantes, que ocho minutos más tarde se despidieron definitivamente de cualquier opción de victoria con un gol de Iwobi, que firmó en el 87 el definitivo 3-1 que relegó al Brighton de los puestos de Liga de Campeones en los que arrancó la jornada.