“Yo lo que no quiero es que nos emborrachemos de victoria, cuidado”, declaró el técnico en un breve contacto con periodistas durante el entreno de la Albirroja en el Centro de Alto Rendimiento de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), en la localidad de Ypané, ubicada a unos 30 kilómetros de Asunción.
Alfaro pidió "tener humildad" y reconoció como un "desafío muy fuerte" el partido del martes ante Bolivia sobre los 4.150 metros sobre el nivel del mar de la ciudad de El Alto.
"Si a mí me decían: 'vas a ganar un partido de los dos, tenés que ganarle a Bolivia y a Argentina, elegí'. Yo elegía ganarle a Bolivia, porque Argentina es prestigio, Bolivia nos lleva a la Copa del Mundo", afirmó.
"Entonces, para mí Bolivia es mucho más importante que Argentina. Y si nosotros le ganamos a Argentina, como le ganamos al campeón del mundo, nos emborrachamos de victoria, lo más probable es que vayamos a Bolivia y nos peguen un saque (golpe) en la cabeza", afirmó.
En ese sentido, admitió que por ello quiere bajar "los decibeles y poner los pies sobre la tierra".
También aseguró que el "rival más difícil de vencer es el que tiene la misma camiseta", por lo cual llamó a defender lo propio y hacer "todos" el trabajo.
"Que los rivales sean los que tienen otra camiseta. Nosotros tenemos la misma y tienen todo el derecho del mundo a cuestionar, a criticar, a decir, porque es válido, pero vamos a defender lo nuestro. A Paraguay los únicos que lo podemos defender somos nosotros", sentenció.
Por otra parte, llamó a saber aceptar cuando "las cosas no salgan como uno espera".
"Lo que no podemos tener el día que las cosas no salgan como uno espera es que uno no haya tenido la satisfacción de entrar a un vestuario, mirarse a los ojos y decir: 'Mirá, nos tocó perder, entregamos todo, no hay reproche'", concluyó.
Alfaro, que arrancó su andadura al frente de la Albirroja en agosto pasado, acumula tres victorias seguidas en casa (Brasil, Venezuela y Argentina) y dos empates sin goles ante Uruguay y Ecuador.