Fundado en 1904, dos veces campeón de Brasil y ganador de una Copa Conmebol, el conjunto en el que comenzó su carrera como futbolista Garrincha y en el que la cerró Mário Lobo Zagallo ya agendó su próxima cita: será ante Atlético Mineiro el próximo 30 de noviembre.
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Buenos Aires recibirá ese día un juego en la que los del portugués Artur Jorge buscarán sumar a su vitrina un trofeo que su próximo rival conquistó en 2013 con Ronaldinho como figura.
Tras lo ocurrido una semana atrás con los fanáticos de Peñarol en Río de Janeiro, el Ministerio del Interior de Uruguay no permitió que el encuentro de este miércoles se llevara a cabo en el estadio Campeón del Siglo.
De acuerdo con esto, el duelo se trasladó al histórico Centenario de Montevideo, donde el público local acompañó a un equipo que se despidió con la frente en alto tras sellar una gran actuación.
Necesitado de un milagro para avanzar a la final, Peñarol salió a atacar desde el minuto uno y empujó contra su portería a un equipo que salió a jugar con varios suplentes y que dejó fuera cuatro de sus principales figuras: Alexander Barboza, Thiago Almada, Luiz Henrique e Igor Jesus.
Un golazo de Jaime Báez a los 30 minutos de la primera parte inauguró el tanteador y encendió las esperanzas de los fanáticos uruguayos.
Inmediatamente, Rodrigo Pérez estrelló el balón contra el vertical en una de las tantas que generó el once dirigido por Diego Aguirre.
Finalizada la primera parte, una agresión de Washington Aguerre a John le costó la tarjeta roja al portero de Peñarol, situación que complicó al local y que se emparejó a los 69 minutos cuando Mateo Ponte vio la roja en el visitante.
Otro golazo de Báez cuando corrían 66 minutos ilusionó aún más al Aurinegro, que se volcó al ataque y tuvo algunas situaciones claras para poder aumentar su ventaja.
Ya sobre el final y cuando Peñarol estaba totalmente volcado al ataque, un contragolpe encabezado por Thiago Almada y Marlon Freitas se transformó en gol del campeón del mundo con Argentina y Botafogo le bajó definitivamente la cortina al juego.
Sin embargo, hubo tiempo para más y Peñarol encontró a los 89 minutos el tercero por intermedio de Facundo Batista, quien en un mano a mano frente al portero rival decretó el 3-1 final.
De esta forma, el cinco veces campeón de la Libertadores se despidió del certamen con la frente en alto y Botafogo, actual lider del Brasileirao, celebró en Montevideo la clasificación a una final en la que intentará conquistar el certamen continental más importante a nivel de clubes.