Flick ha devuelto la ilusión al barcelonismo con un fútbol vistoso. "Ha cambiado su filosofía un poco. Es mucho más directo", analizó Ancelotti sobre su rival apuntando sobre una posesión que parecía innegociable en Barcelona y que ha mutado en un juego más vertical.
Aunque la clave radica en la presión. No era tan efectiva desde que marcó el éxito de Pep Guardiola en el banquillo azulgrana. Seguro que con el mismo maestro, Johan Cruyff, y una escuela de fútbol holandesa de la que se declaró gran seguidor Flick para dar forma a su libro de estilo como técnico. Lo exhibió en un Bayern Múnich con el que firmó un sextete hace cuatro años.
Un reflejo de lo que es su actual Barcelona en el que ha conseguido que una filosofía, una manera de entender el juego, esté por encima de las dificultades económicas para dar forma a la plantilla, obligado a tirar de jugadores de la casa por la imposibilidad de afrontar grandes fichajes, y después que se haya impuesto a cualquier baja importante de las que ha sufrido en sus primeros meses en el cargo.
Fútbol ofensivo y vertical, con agresividad. Presión alta, con líneas juntas y una defensa adelantada al máximo, que se suele situar en la línea del centro del campo. Una valentía que asegura no modificará en el Bernabéu, donde necesitará un bloque defensivo compacto para contrarrestar cualquier carrera al espacio de dos de los jugadores más rápidos de LaLiga, Vinícius Jr. y Kylian Mbappé. El reto está marcado de antemano para Kounde, Pau Cubarsí, Íñigo Martínez y Alejandro Balde.
Con un sistema 4-2-3-1 que siempre empleó en su carrera Flick, que por momentos pasa a un 4-3-3 que descartará Carlo Ancelotti en su pizarra por la lesión de Rodrygo Goes y su ausencia en el clásico. Una merma ofensiva madridista, una 'preocupación' menos para el técnico italiano a la hora de elegir. Con vía libre para fortalecer el centro del campo con un cuarto integrante y dejar a sus dos estrellas ofensivas, 'Vini' y Mbappé, con libertad de movimientos para buscar espacios donde castigar a la espalda de la defensa azulgrana.
La precisión en el desplazamiento en largo del Real Madrid será clave. Ya sin el experto Toni Kroos en la plantilla y con la titularidad en el aire de Luka Modric. Debe encontrar Ancelotti en Fede Valverde una punta de lanza, y la mejoría en el rendimiento de Aurélien Tchouaméni y Eduardo Camavinga que se perfilan novedades para imponer su físico en el centro del campo ante Casadó, Fermín y Pedrí.
Pero el desafío defensivo no lo encararán solamente los zagueros del Barça. El Real Madrid que ha encajado tres goles menos que el líder en LaLiga (7) y apenas concedió tres en el Santiago Bernabéu en cinco encuentros de los que dejó en tres su puerta a cero, vio como su fortaleza se desplomaba con facilidad en la Liga de Campeones ante el Borussia Dortmund. Recibió dos tantos y Thibaut Courtois evitó otros tres.
Concesiones que ante el equipo más goleador de LaLiga, con 33 goles en diez jornadas (3 por partido), le puede pasar factura al equipo de Ancelotti. La inspiración en su mejor momento de Raphinha retará a Lucas Vázquez como lateral, con ayudas bien de Tchouaméni o Camavinga más Bellingham. El momento goleador de Robert Lewandowski exigirá a Rüdiger y Militao recuperar sus mejores versiones. Y Lamine Yamal desafiará el momento irregular de Ferland Mendy.
El estreno de Flick en el Bernabéu; el 17º clásico de Carlo
Como técnico del Bayern Múnich no pisó el Santiago Bernabéu Hansi Flick. Su único recuerdo es como jugador y recibió una derrota. Fue en la vuelta de cuartos de final de la Copa de Europa, en marzo de 1988. Titular con Jupp Heynckes como técnico en un equipo con Pfaff en la portería, Augenthaler en la defensa, Lothar Mattäus como líder, con Brehme y Hughes en punta. Con Rummenigge saltando al partido en la segunda mitad.
Los goles en la primera parte de Jankovic y Míchel dieron el triunfo y la clasificación al Real Madrid dirigido por Leo Beenhakker, con jugadores como José Antonio Camacho, Rafa Gordillo, Manolo Sanchís, Emilio Butragueño y Hugo Sánchez en el once.
Al estreno de Flick en un clásico se contrapone la experiencia en el gran partido del fútbol español de Carlo Ancelotti. Vivirá su decimoséptimo entre las dos etapas en el banquillo madridista con una curiosidad, nunca empató en ninguno. Ni en los diez en LaLiga, ni en los tres de Copa del Rey y el mismo número en la Supercopa de España. Su balance es de nueve triunfos y siete derrotas. Disfruta de su mejor racha, ganador de los cuatro últimos.
Al primer pulso entre ambos técnicos tan solo le precede un enfrentamiento amistoso que no debe servir de referente. En la gira norteamericana, con equipos que nada tenían que ver con los que se medirán en el Bernabéu, el pasado verano se impuso el Barcelona (2-1) con un doblete de Pau Víctor y un tanto final de Nico Paz.
Nada tendrá que ver con el primer clásico oficial de la temporada del fútbol español, el primer pulso táctico de Ancelotti contra Flick en el que el italiano desea confirmar el regreso del campeón y el alemán la vuelta del mejor Barça.