Ninguno de los dos ha logrado trasladar a la selección de Brasil el liderazgo que ejercen en sus clubes. En tiempos de irregularidad, de relevo generacional, son dos de los futbolistas llamados a capitanear la 'verdeamarelha' en el Mundial 2026 como ya han logrado en Real Madrid y Barcelona.
Vinícius, de menos a más en la temporada en la que más partidos ha necesitado para volver a ser el jugador desequilibrante que enloquece a los defensas. Raphinha, con la confianza ciega de Hansi Flick tras un verano que soportó rumores sobre su venta para sanear la economía endeble del Barcelona, dando un salto en rendimiento con regularidad en cuanto el balón echó a rodar.
Al clásico llega lanzado 'Vini'. Recuperado a base de rendimiento con goles (cinco en sus tres últimos partidos) y acciones de peligro el papel de líder que parecía ponerse en duda con la llegada de Kylian Mbappé al equipo. Apareciendo en un momento clave, cuando el Real Madrid se asomaba a una crisis de juego y resultados en caso de haber enlazado dos derrotas en la Liga de Campeones. Echándose el equipo a sus espaldas con el 0-2 ante el Borussia Dortmund para contagiar de su efervescencia a todo el estadio que levitó como en tantos capítulos con remontadas recientes. Ante el Manchester City, PSG o Chelsea.
El futbolista que más persiste en el intento hasta llevar al máximo desgaste a sus marcadores. Un extremo que se sobrepuso a todo en sus inicios, a la crítica deportiva y a la mofa cuando no exhibía la puntería que saca a relucir en el presente para llegar a lo más alto entre las estrellas dominantes. Sin afectar a su fútbol ser el centro de la polémica en tantas ocasiones. Abanderado de una campaña contra el racismo que ha dado pasos hacia adelante gracias a sus denuncias.
Raphinha, tras saldar cuentas pendientes con el Bayern Múnich, encara el momento de hacerlo con el Santiago Bernabéu. Después de celebrar a los grande su centenar de partidos con el Barcelona, con un triplete en la Liga de Campeones, el segundo del curso tras el endosado al Real Valladolid en un arranque goleador. Referente ofensivo de un equipo tan desatado como su juego.
Silenciando con su rendimiento a aquellos que preferían a Dembélé. Tumbando a base de fe en su fútbol a los que dudaron dentro del barcelonismo de su nivel. Si 'Vini' lideró la remontada ante el Dortmund, en la reedición de la última final de la Liga de Campeones, Raphinha asumió la responsabilidad de rescatar al Barça de los abismos en competición europea y lanzar un mensaje de vuelta. Nadie incluía al conjunto azulgrana entre los favoritos al título. Menos aún tras el traspié de Mónaco provocado por una expulsión. La imagen dejada en la 'vendetta' ante el Bayern cambia el enfoque con el que se mira al equipo de Flick.
Perdió 'Raphinha' en sus dos visitas al Real Madrid, que se convertirá el sábado en el equipo al que más se ha enfrentado en su carrera. Con tres triunfos en siete duelos pero tres derrotas consecutivas que desea enterrar para confirmar la 'resurrección' del mejor Barcelona.
En LaLiga EA Sports ejerce un dominio en acciones determinantes. El jugador con más acciones de alto impacto del torneo, el que más asistencias de remate pone y el tercer máximo centrador de la competición. El tercer futbolista además que más remata y el número uno en los que van a portería rival. Ha participado en 9 goles, marcando cinco y repartiendo cuatro asistencias. Jugador letal que ha devuelto a Robert Lewandowski a sus mejores números goleadores.
Pese a dar la impresión de estar distanciado de Vinícius, ambos futbolistas prácticamente calcan sus números antes del clásico. El barcelonista anda ligeramente más fino en el tercio final, en la finalización y el pase de gol. El madridista está más acertado en las conducciones y los regates. Es frenado con más faltas de los rivales.
En la comparativa de BeSoccer para EFE la media de gol de Vinícius (0.58 por partido), es similar a la de Raphinha (0.68). Como los tiros por encuentro (2.95 y 3.04) o los 'expected goals' clavados (métrica que da la probabilidad de que un disparo acabe en gol) en 0.47 en cada disparo.
El madridista regatea más con éxito, 4.68 por duelo por 1.22 del barcelonista; y es frenado con faltas (2.23 por 0.91 de media por día). Números que aseguran un pulso espectacular en el Santiago Bernabéu, donde el madridismo viene de rendirse a Vinícius tras su última exhibición y Raphinha sueña con dar la primera en un templo que aún no conquistó.