Con algunos cambios forzados por las lesiones, sobre todo la de Karim Adeyemi, los de Nuri Sahin saltaron al césped con la pretensión de redimirse de la negativa versión que mostraron en su último encuentro antes del parón ante el Unión Berlín.
Desde el comienzo encerraron a su modesto oponente en su mitad del campo y cuando apenas se superaban los cinco minutos, un magistral pase al espacio de Julian Brandt, marca de la casa, dejó solo a Guirassy frente al meta bosnio Nikola Vasilj, pero este triunfó en el mano a mano.
El equipo dirigido por Alexander Blessin se vio obligado a plantar el autobús ante el asedio 'borusser' e intentar sorprender con algún contragolpe. El abordaje pudo dar su primer susto al cuarto de hora, cuando un balón robado en el centro del campo por el guineano Guilavogui se continuó con un pase en profundidad del capitán Irvine al inglés Afolayan, que, mientras cargaba la pierna ante Kobel, fue neutralizado por Emre Can.
La acción puso sobre aviso al finalista de la última 'Champions'. La posesión era casi permanentemente de su propiedad, coordinada por la clarividencia de Brandt, pero fallaba en lo más importante: concluir las jugadas.
Por su parte, las incorporaciones al ataque del recién ascendido conjunto del barrio rojo de Hamburgo eran contadas, pero, nacidas principalmente de pérdidas en campo propio del Dortmund, creaban sensación de peligro. Un remate en semifallo a la salida de un córner de espaldas de Eggestein y un disparo del sueco Eric Smith a las manos del cancerbero suizo levantaron el murmullo en el Signal Iduna Park.
Y cuando se cumplió la media hora, la inquietud casi se convirtió en pánico. Una falta servida desde la izquierda por el propio Smith acabó empujada al fondo de la red por Guilavogui, pero, afortunadamente para los de Sahin, el VAR intervino para decretar fuera de juego en el momento del desmarque del guineano.
Tras contemplar la endeblez en la zaga de los de amarillo y negro, el St. Pauli comenzó a adelantar líneas para redoblar la presión sobre los 'borusser', visiblemente inseguros en el tramo final del primer tiempo.
Pero cuando lo que se mascaba era el tanto de los hamburgueses, el que llegó fue el de los locales. Un balón centrado desde la derecha por Pascal Gross fue rematado de manera tan magistral, con un giro perfecto de cuello, por el argelino Bensebaini para darle algo de tranquilidad a la parroquia del Borussia.
Y antes del descanso, la fórmula casi se repitió por dos veces más, con sendos cabezazos de Brandt y Malen que, por poco, se marcharon fuera.
El Dormund había pasado de mendigar el empate antes del intermedio a poder sentenciar el encuentro. Y, pese a haber amasado la posesión, lo había conseguido en acciones que no eran resultado de ejercer de protagonista en el juego, sino de la manera más rudimentaria que hay de atacar en el fútbol. "Vale igual", debió de pensar Sahin.
El paso por los vestuarios no cambió los derroteros del choque. El Borussia monopolizaba el balón sin saber concretar las jugadas, mientras que su rival aguardaba el error para castigarlo.
Un disparo desde el borde del área de Brandt, otra ocasión de Guirassy ante Vasilj a pase del propio mediapunta y un toque de Malen en un balón cruzado por Gittens al segundo palo que no acertó a dirigir, pudieron ensanchar la ventaja. Sin embargo, de tanto perdonar, a punto estuvieron de pagarlo caro.
Un asombroso trallazo de primeras desde más de 30 metros de Smith, el mejor del St. Pauli, en el 78, al recibir un balón despejado por la defensa del Borussia, devolvía la igualdad al marcador y dejaba helada a la entusiasta afición de Dortmund.
No obstante, esta recobraría la temperatura cinco minutos después, cuando una combinación entre Schlotterbeck y Gittens, que dejó atrás a su marcador con un fulgurante cambio de ritmo, convergió en un centro que remató a placer el hasta entonces poco productivo Guirassy.
En el descuento, los hamburgueses la tuvieron para dar la campanada final, pero el disparo del polaco Dźwigała, tras golpear un esférico franco en un barullo en el área, se escapó por encima del arco. Incluso reclamaron un penalti por una caída en el área del escocés Banks que no fue señalizada. Nada movió ya el luminoso.
La victoria le permite al conjunto de la cuenca del Ruhr reincorporarse, al menos de manera provisional, a la cabeza de la Bundesliga, en la que queda cuarto a un punto del Bayern Múnich y Leipzig, a la espera de lo que suceda en los partidos del sábado, aunque no resuelve su irregular imagen antes de la contienda del martes, en Liga de Campeones, ante el Real Madrid en el coliseo blanco.
Ficha técnica:
2.- Borussia Dortmund: Kobel; Ryerson, Anton, Schlotterbeck, Bensebaini; Emre Can (Nmecha, m. 69), Gross (Gittens, m. 46), Sabitzer, Brandt (Wätjen, m. 95), Malen (Beier, m. 76); Guirassy
1.- St. Pauli: Vasilj; Wahl, Smith, Mets; Saliakas (Dźwigała, m. 82), Irvine, Wagner, Treu, Afolayan (Sinani, m. 89), Guilavogui (Banks, m. 69); Eggestein (Albers, m. 89)
Goles: 1-0, m. 44: Bensebaini; 1-1, m. 78: Smith; 2-1, m. 83: Guirassy
Árbitro: Matthias Jöllenbeck. Mostró tarjeta amarilla a Gittens y Brandt, del Borussia Dortmund, y a Smith, del St. Pauli.
Incidencias: Partido correspondiente a la séptima jornada de la Bundesliga, disputado en el estadio Signal Iduna Park de Dortmund ante unos 82.000 espectadores. El inicio de la segunda parte se retrasó debido a un problema en los dispositivos de comunicación del equipo arbitral y al humo emanado de bengalas procedentes de la grada en la que estaban los aficionados del St. Pauli.