Los ‘Diablos Rojos’, tras la goleada encajada el fin de semana contra el Tottenham Hotspur, volvieron a rozar otra decepción, esta vez por permitir que les remontaran el 0-2 con el que Marcus Rashford y Rasmus Hojlund hicieron soñar a los suyos.
El delantero inglés, en una preciosa jugada individual, definió en el minuto 7 al palo corto de Diogo Costa, que ayudó mucho con su intento de parada a que la pelota entrara en la portería. No tuvo que esperar mucho el United para doblar su ventaja y en el minuto veinte Rashford asitió para que Hojlund, sin mucho ángulo, volviera a exponer el mal hacer de Costa, que estuvo muy blando con la manopla para atajar el tiro del danés.
A partir de ese preciso momento, con el 0-2 en Do Dragao, se torció la noche para el United.
Pepé, siete minutos después, empujó de cabeza una gran parada que Onana le había hecho a Mazaraoui, y Samu Omorodion, de cabeza, lograron el empate antes del descanso.
Nada más salir del descanso, el Oporto asestó otro golpe. Esta vez, Pepé ganó en velocidad con excesiva facilidad a Lisandro Martínez y puso un centro para que Omorodion se zafara de De Ligt y definiera a la escuadra.
Las caras de Ten Hag y de Ruud Van Nistelrooy en el banquillo eran un poema y reflejaban a la perfección un equipo perdido y sin alma y cuyo entrenador debería haberse ido al término de la temporada pasada. La FA Cup le compró un crédito inerte y que está a punto de llegar a su fin.
Y si el despido no es inminente es por que Maguire, que había entrado en el minuto 79, se erigió en el minuto 91 por encima de su marca en un córner y cabeceó sin miramientos el gol del alivio del técnico holandés.
Una manera de alargar la agonía del United, que no gana desde hace cuatro partidos y que en Europa ha empatado sus dos primeros partidos, ante Twente y Oporto. Los ingleses están en el puesto 21 de la clasificación, tres por encima del Oporto.