Con ese tanto, el Barcelona parecía que iba a respirar tranquilo. Teóricamente, el Getafe iba a ir a por el empate y por fin se podrían abrir más espacios para sentenciar al conjunto azulón. Sin embargo, el Getafe no se arrugó defensivamente, se sostuvo con vida en el marcador y tuvo el empate en las botas de Borja Mayoral. Lesionado en el último tramo de la pasada temporada, volvió a marcar frente al Leganés desde el punto de penalti pocos días antes. Saltó al terreno de juego en la última media hora y en el tiempo añadido tuvo la oportunidad más clara del partido: no pudo rematar un pase de Carles Pérez desde la banda derecha delante de la portería de Iñaki Peña con todo a favor. Mayoral golpeó mal la pelota cuando se cantaba el gol y el Barcelona se salvó de su primer pinchazo para mantener su pleno de victorias.
Las amarillas del Real Madrid, la patada de Endrick
El Real Madrid pasó de vivir una jornada plácida ante el Alavés a pedir la hora después de gozar de una ventaja de tres goles que estuvo a punto de reducir el conjunto vitoriano en los últimos minutos: Carlos Benavidez y Kike García marcaron en el 85 y en el 86 para poner contra las cuerdas al equipo de Carlo Ancelotti, que finalmente cumplió el expediente y aguantó el 3-2 final con los tantos de Lucas Vázquez, Mbappé y Rodrygo.
Pero, más que el resultado, el partido dejó un mal sabor de boca para el Real Madrid, que lamentó las tarjetas amarillas que vieron sus jugadores, todas ellas por protestar. El primero, Fede Valverde, según recoge el acta, "por hacer un gesto de desaprobación" hacia el árbitro, Alejandro Muñiz Ruiz; el segundo, Vinícius, después de recibir una falta que no fue señalada, "por realizar observaciones de carácter técnico" a una decisión del colegiado; por ese mismo motivo, fue amonestado Luka Modric. Pero, otro que recibió tarjeta, Endrick, por una acción que probablemente tuvo que ser cartulina roja, desató las críticas del Alavés: el brasileño, sin balón, pegó una patada a Mouriño. Al final, las protestas y las tarjetas oscurecieron los tres puntos que consiguió el Real Madrid.
Ejuke evita un incendio en el Sevilla y García Pimienta amplia su contrato
Cosecha del director deportivo Víctor Orta, Chidera Ejuke, un extremo poco conocido en LaLiga EA Sports, se erigió como el salvador del Sevilla y como el bombero que apagó un posible incendio por los irregulares resultados del conjunto andaluz en los primeros compases de la temporada. El jugador nigeriano no fue titular ante el Valladolid y saltó al terreno de juego para sustituir a Jesús Navas a falta de media hora para el final con 1-1 en el marcador y fue la solución a una crisis que estaba a la vuelta de la esquina.
El Sevilla, con ese resultado, se acercaba al tercer pinchazo de la temporada después de empatar ante el Mallorca (0-0) y de perder frente al Girona (0-2) y el Alavés (2-1). El puesto de Francisco Javier García Pimienta en el banquillo podría ser cuestionado y sólo una victoria acabaría con el nerviosismo que se comenzaba a desatar en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Entonces, en el minuto 85, Ejuke apareció de la nada para salvar a su equipo con un remate cruzado que dio el 2-1 al Sevilla. Entonces, García Pimienta, pasó de estar cuestionado a anunciar su ampliación de contrato hasta 2027 en sala de prensa: "El presidente lo ha anunciado en el vestuario. Está todo acordado y solo falta firmar los contratos. Agradezco la confianza del club", dijo.
Las paradas de Jan Oblak, el remate de Julián Álvarez
El Atlético de Madrid firmó un partido espeso en Balaídos. Casi siempre a merced del Celta, bastante inspirado en las primeras jornadas del curso, mantuvo su buena tendencia y puso contra las cuerdas al equipo dirigido por Diego Simeone. El Atlético, incapaz de generar en ataque durante buena parte de los 90 minutos, se encomendó a su portero y a Julián Álvarez para llevarse una victoria sobre la bocina (0-1).
Fue Jan Oblak quien evitó males mayores antes del derbi que disputará su equipo el próximo domingo ante el Real Madrid. Comenzó su serie de intervenciones al filo del descanso, con una espectacular acción que salvó un disparo de Iago Aspas desde la frontal del área. Después, en el minuto 57, la víctima fue Borja Iglesias, que se encontró con Oblak en un cabezazo a bocajarro y el Celta, al borde del final, sucumbió con un remate oportunista de Julián Álvarez, el primero del argentino que da tres puntos decisivos a su equipo.