Ese es el parte médico emitido por la selección boliviana tras ser examinado el portero del Bolívar en un centro hospitalario al finalizar el encuentro, en el que la Verde consiguió una histórica victoria por 1-2 con un tanto de Miguel Terceros.
"Se procederá con la operación en la Clínica MEDS de Santiago de Chile al final de la tarde del día miércoles 11 de septiembre para iniciar de forma inmediata su proceso de recuperación", apunta el comunicado de la selección boliviana.
La acción se produjo cuando Lampe recibió el balón de un compañero al borde del área, lo controló y cuando se disponía a patear en largo sufrió un ligero resbalón y quedó tendido en el césped. Pese a que el meta levantó la mano en señal de que se había lastimado, Vargas, que se disponía a presionar ligeramente para interrumpir la acción, aprovechó para llevarse el esférico y marcar a placer a puerta cerrada.
El colegiado paraguayo Juan Gabriel Benítez validó el tanto y los jugadores bolivianos no dudaron en afear al atacante chileno su acción y reclamarle falta de juego limpio, mientras los compañeros de Vargas le defendían camino del centro del campo.
Lampe tuvo que salir en camilla sin poder caminar y fue reemplazado por Guillermo Vizcarra. Las protestas y encuentros entre los jugadores se saldaron con dos amarillas y Bolivia, tras reanudarse el encuentro, tuvo tiempo para marcar el a la postre definitivo 1-2 en la prolongación por medio de Miguel Terceros.
Al no haber existido contacto en la acción que pudiera entenderse como falta o infracción, en aplicación de la Regla 9 del Reglamento, el árbitro debe dejar seguir el juego.
Vargas, cuya acción se ha convertido en viral en las redes sociales, ya se vio implicado en un asunto polémico hace cinco años cuando, en la Liga mexicana, los Tigres vencieron el viernes por 1-3 al Veracruz con dos goles en los primeros minutos, del chileno y del francés André Pierre Gignac, cuando el rival se negó a mover el balón como forma de protesta por las deudas de salario a los jugadores.
Los jugadores del Veracruz habían acordado con los felinos que no tocarían la pelota durante varios minutos, los de Tigres asumieron que el paro sería de solo un minuto y convirtieron los goles sin oposición, lo cual los Tiburones interpretaron como deslealtad.
El brasileño Ricardo Ferretti, entrenador del Tigres UANL mexicano, justificó, sin embargo, que su equipo le anotó esos dos goles al Veracruz porque hubo falta de comunicación y no sabían qué hacer. "Nadie sabía cómo tendría que procederse y ocasionó cosas desagradables", reconoció.