Dani Olmo, hijo del exfutbolista y exentrenador Miquel Olmo, nació hace 26 años en Terrasa (Barcelona). Comenzó a formarse justamente en el club de su ciudad, después firmó por el Espanyol y posteriormente por el Barcelona, donde jugó siete años en las categorías inferiores.
Allí, el catalán empezó jugando de delantero centro, pero destacó también por su habilidad para adaptarse como extremo en cualquiera de las dos bandas tras la llegada de los coreanos Gyeol-hee Jang y Seung-woo Lee.
En 2014, el jugador decidió separar su camino del Barça, en busca de nuevas oportunidades y se decidió por una liga poco mediática, la croata.
Esa misma temporada, con apenas 16 años, el español debutó con el primer equipo del Dinamo de Zagreb. Tras dos años alternando entre este y el filial, se consolidó finalmente en la categoría profesional y, en 2018, fue elegido mejor jugador del año en Croacia, premio que volvería a ganar la campaña siguiente junto al de mejor jugador joven.
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El crecimiento
En Zagreb, cantera de grandes jugadores como Luka Modric, Olmo no solo creció como futbolista al disputar competiciones europeas como la Liga de Europa y la Liga de Campeones, sino que también conoció la posición de mediapunta y la de interior.
A finales de 2020, después de anotar en su debut en 2019 con la selección española absoluta, el catalán aceptó una oferta del Red Bull Leipzig, club con el que ha disputado ya 148 partidos en cinco temporadas.
En el club bávaro, Olmo se consolidó como un jugador de talla mundial, consiguiendo dos copas de Alemania en 2022 y 2023, y la Supercopa de Alemania ese mismo año tras anotar un triplete contra el Bayern de Múnich.
En Leipzig, el jugador se ha aclimatado a las grandes ligas y competiciones europeas, así como al alemán y a la disciplina de los clubes del país; conocida también por el nuevo técnico del Barcelona Hansi Flick.
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Centrocampista goleador y decisivo
En el plano internacional, el centrocampista logró conquistar la Eurocopa sub-21 en 2019 como mejor jugador de la final, una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la Liga de Naciones en 2023 y la Eurocopa de 2024, siendo el máximo goleador de este último torneo con tres tantos.
En este sentido, Olmo destaca por ser un centrocampista goleador y decisivo en el área rival, pero sobre todo por su polivalencia en las posiciones de ataque -puede jugar de mediapunta, de interior, de extremo izquierdo, de delantero o falso nueve- y su habilidad con el balón.
El catalán demostró en la Eurocopa que se crece en los partidos importantes a pesar de salir desde el banquillo y que puede ser un líder y facilitador del juego ofensivo del equipo con sus regates, centros e inteligentes movimientos de ruptura.
Tras su gran actuación con España, Olmo vuelve al Barça una década después de su marcha como un jugador experimentado y renovado, y con la intención de mantener el nivel demostrado hasta ahora. Su polivalencia podría ser clave para cubrir varias posiciones de un equipo muy castigado por las lesiones en las pasadas temporadas.