Durante el último partido de la fase de grupos jugado en Burdeos ante las campeonas del mundo, la futbolista sufrió la fractura tras un trauma directo, que será tratado por el departamento médico de la selección brasileña hasta el final de la competición.
Al realizar un examen físico en el campo no se identificaron grietas u otros signos indicativos de fractura, pero después del partido Silva se sometió a exámenes de imágenes que confirmaron la fractura sin desviación y sin necesidad de intervención quirúrgica.
El próximo partido de Brasil es contra Francia en el estadio de la Beaujoire de Nantes correspondiente a los cuartos de final del torneo olímpico.