De 2014 a 2024 han pasado diez largos años en los que Países Bajos ha navegado a través de las sombras. Parece que ha pasado toda una eternidad desde que aquel equipo en el que Arjen Robben, Wesley Sneijder, Robin Van Persie o Klaas-Jan Huntelaar cerraron un ciclo en el que acariciaron el éxito con el subcampeonato en el Mundial de Sudáfrica 2010 y con el tercer puesto cuatro años después.
Pasado el Mundial de Brasil, inició un descenso hacia los infiernos certificado con su ausencia en la Eurocopa de Francia 2016 y en Mundial de Rusia 2018. Compareció en la pasada Eurocopa que se disputó por el continente, pero no pasó de los octavos de final, como tampoco pudo atravesar la frontera de los cuartos en el Mundial de Catar 2022. Esas reapariciones dieron muestras de que Países Bajos se encontraba en pleno proceso de recuperación y el torneo que ha completado en Alemania ha sido la confirmación de que el combinado neerlandés está de vuelta.
De aquel gran éxito de 2014, sólo sobreviven en la plantilla que participó en la Eurocopa cuatro jugadores que ya pasan la treintea: Memphis Depay, Stefan de Vrij, Daley Blind y Georginio Wijnaldum. El resto, son historia. Ellos son testigos directos del sabor del éxito, del fracaso y del renacimiento de un equipo que por fin carbura y que tiene nombres con futuro que pueden estabilizar el buen nombre que ha dejado los Países Bajos por Alemania.
Verbruggen, Gakpo, Simons, Malen, Reinjnders... la renovación es una realidad
Koeman podrá seguir trabajando con jóvenes jugadores que ya son realidades: Bart Verbruggen (21), Cody Gakpo (25 años), Tijjani Reinjnders (25), Donyell Malen (24), Jeremie Frimpong (22), Xavi Simons (21) o Micky van de Ven (23), forman parte de la nueva hornada que asegura un buen horizonte al fútbol de su país. Y, junto a ellos, hombres más experimentados pero en una edad perfecta, se encuentran a pleno rendimiento: Denzel Drumfies (28), Jerdy Schouten (27) o Nathan Aké (29) son jugadores de primerísimo nivel.
Hay cimientos para dar un salto de calidad y, además, en todas las líneas. Por eso, aunque la derrota ante Inglaterra dolió a Países Bajos, sobre todo por el momento inoportuno en el que Watkins decidió aparecer en el Eurocopa (marcó en el minuto 91), la sensación de no haber terminado el torneo con otro nuevo fracaso es generalizada. Simons, fue quien lo expresó:
"Así es el fútbol, hay que seguir trabajando y dar la enhorabuena a Inglaterra. Era un partido muy especial, llegar con 21 años a las semifinales de una Eurocopa con mi país es el inicio de algo bonito con mi selección", valoró en la zona mixta del estadio Westfalen.
Ese inicio de "algo bonito" implica a todos los jóvenes jugadores de su generación, que aún tienen mucho tiempo para intentar repetir el único éxito que luce en las vitrinas de los Países Bajos después de décadas de decepciones. La Eurocopa de 1988 es el título del que pueden presumir, aunque las caídas en las finales de los Mundiales de Alemania 1974, Argentina 1978 y Sudáfrica 2010, son una losa histórica que esta nueva generación intentará silenciar para siempre en la próxima Copa del Mundo que se disputará en Estados Unidos, México y Canadá.
En 2026, Koeman contará con un portero de nivel después de probar hasta ocho desde 2021. Verbruggen es su hombre. El meta del Brighton ha sido una de las agradables sorpresas de Países Bajos. Su parada en cuartos de final a Semil Kilicsoy, quedará para el recuerdo. En defensa, aún hay buena salud en el centro con la veteranía de Virgil Van Dijk y de Stefan de Vrij, pero en esa zona deberá ir buscando recambios y Matthijs de Ligt debería dar un paso adelante. Dumfries y Aké, son dos seguros en los laterales con Van de Ven en la recamara.
En la siguiente línea, el centro del campo, también hay fortalezas, y eso que Frenkie de Jong, su máxima figura, no participó en la Eurocopa por lesión. Sin embargo, Reijnders y Schouten aportaron equilibrio y Simons imaginación para que arriba luciera el jugador más desequilibrante, Gakpo. Y tal vez necesite un 'killer' en el área, aunque Malen, Depay y Weghorst, han cumplido.
De menos a más, con un inicio dubitativo por quedar tercero en su grupo por detrás de Austria y Francia, Países Bajos consiguió levantar el vuelo, subir peldaño a peldaño con una filosofía con la que Koeman combinó equilibrio defensivo, posesión, intensidad para recuperar la pelota y el uso de los extremos para aligerar el ataque. La fórmula comenzó gripada pero a mitad del torneo comenzó a funcionar.
Ahora, el pistoletazo de salida para el próximo Mundial ha comenzado para Países Bajos. Koeman, desde luego, está listo: "Este equipo puede ir a más y tenemos más jugadores para venir. Hemos trabajado bien juntos, hemos desarrollado un vínculo y hemos estado cerca de la final. Estoy orgulloso de este equipo", afirmó. La cuenta atrás para Estados Unidos, México y Canadá, ha comenzado.