Watkins apareció por el terreno de juego en el minuto 81 para sentar en el banquillo a Kane y apenas un rato después, en el 91, sentenció a los Países Bajos con un movimiento muy característico de su admirado Thierry Henry. Recibió dentro del área un pase de Cole Palmer, se giró ante su defensor y con un fino derechazo, ajustado al palo contrario a la meta defendida por Bart Verbruggen, firmó el 2-1 que dio el pase a la final a Inglaterra.
"En mi opinión, Thierry Henry es el mejor delantero de la historia de la Premier League. Algunos no estarán de acuerdo, pero lo tenía todo: regate, velocidad, capacidad para marcar con los dos pies y creación. Era alguien a quien admiraba cuando apoyaba al Arsenal desde joven", aseguró Watkins en una entrevista.
Ha tenido que esperar hasta semifinales para demostrar sobre el césped de los campos de Alemania que es uno de los mejores delanteros de la Premier League. Sólo ante Dinamarca, en el segundo partido de la fase de grupos, disfrutó de casi media hora. Desde entonces, sufrió el vacío total. Gareth Southgate no contó con él para nada pese a mostrar unas estadísticas más que aceptables esta temporada: en total, marcó bajó el paragüas de Unai Emery 27 goles en los 53 partidos oficiales que disputó en todas las competiciones. Y, además, sumó 13 asistencias.
Southgate, en esta ocasión, acertó con los cambios. Durante casi toda la Eurocopa ha dado palos de ciego y sus decisiones frente a los Países Bajos fueron clave. La entrada simultánea de Palmer y de Watkins en el último tramo del partido conectó a ambos jugadores para hilvanar el tanto de la victoria de Inglaterra. Uno asistió y el otro marcó. Y Watkins se llevó la gloria.
Simplemente, emuló a uno de sus héroes. Recordó los viejos tiempos en los que se sentaba ante el televisor para ver a su Arsenal y disfrutar de Thierry Henry, de quien tomó prestados sus movimientos para, en un instante, el que tardó en revolverse dentro del área de los Países Bajos y soltar un perfecto y estético disparo, solventar el pase de Inglaterra a una final en la que España tendrá que pelear contra las fugaces apariciones de las estrellas británicas. Watkins, por primera vez en el torneo, se apuntó un tanto. Le ayudó, sin duda, el espíritu de Thierry Henry.