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Daniel Chung
@Danichung
El guardameta belga fue la figura del primer tiempo para sostener la paridad de la primera etapa para demostrar el acierto de Carlo Ancelotti en su elección. Deja vu de París 2022. Por eso en el entretiempo cuando el equipo alemán tuvo un 1.80 de goles esperados ante un 0.08 del elenco español, nadie en el estadio dudaba que en el segundo tiempo de alguna forma el favorito se iba a despertar.
La forma fue la pelota parada. Lo que en la previa se mencionaba como una ventaja del equipo teutón por la altura de sus centrales y el centrodelantero Niclas Fullkrug fue todo lo contrario. Ninguno de los nueve córners que tuvo el Dortmund generó peligro y el gol del Madrid vino por esa vía con la ejecución de Kroos para el cabezazo de Dani Carvajal, uno de los cuatro históricos que buscaba su sexta orejona personal junto a Kroos, Nacho y Modric.
Allí se desplomó el guapo equipo alemán que ya venia tambaleando y sufrió el tiro de gracia con el error de Ian Maatsen para que Jude Belliingham habilite a Vini para el 2-0 definitivo.
Ancelotti ganando su quinto título como técnico para sumar a los dos como jugador, el presidente Florentino Pérez ganando su séptimo para superar a Santiago Bernabéu y el cuarteto igualando a otro prócer de La Casa Blanca como Paco Bento. Y la cereza de la historia para que el círculo de la historia se cierre.
Que el más ganador tenga en su colección el estadio más emblemático; aquí donde George Best, Bobby Charlton y Johan Cruyff levantaron la Copa de Europa. Aquí donde el acérrimo rival, Barcelona, ganó dos emblemáticos; el tiro de Ronald Koeman y la exhibición de Lionel Messi que generó el asombro de Sir Alex Ferguson. Como no iba a estar en su rica historia el más ganador.
Ese círculo se cerró esta noche en Londres. Esta ciudad -acostumbrada a ungir a la realeza- fue testigo de la coronación del Real Madrid. Volvieron a su frase original -luego de la muerte de la Reina Isabel- que Dios salve al Rey. Y en el fútbol de Champions, el Rey es el Real Madrid. El peso de la historia es irreversible.
* Desde Londres