Trinidense no pudo con Fortaleza en su despedida

SAO PAULO. El Fortaleza brasileño se clasificó este miércoles a los octavos de final de la Copa Sudamericana, al imponerse por 2-1 al Sportivo Trinidense paraguayo, y mandó a Boca Juniors a la repesca.

Sportivo Trinidense cayó ante Fortaleza en el último partido que disputó en la Sudamericana 2024
Sportivo Trinidense cayó ante Fortaleza en el último partido que disputó en la Sudamericana 2024015615+0000 THIAGO GADELHA

Los goles de los argentinos Tomás Pochettino y Juan Martín Lucero, ambos en la primera mitad, permitieron a Fortaleza terminar como líder en solitario del Grupo D, con 13 puntos, frente a los 11 de Boca Juniors, al que no le sirvió de nada su goleada por 4-0 ante el Nacional Potosí.

Tomás Rayer descontó para el Sportivo Trinidense en el cierre del partido, aprovechando un despiste defensivo del equipo brasileño.

El conjunto brasileño consolidó su victoria con intensidad en la primera mitad y se contentó con administrar la ventaja en la segunda parte, ante un rival que ya estaba eliminado antes del inicio del encuentro y que no hizo trabajar al portero del equipo local.

Fortaleza salió en tromba y envolvió desde el primer minuto al Sportivo Trinidense con un juego combinativo y con presión en la recuperación, que no dejaba al conjunto paraguayo salir de su campo.

El primer gol, a los 19 minutos, llegó precisamente en una jugada de presión en la salida del balón, en la que el arquero falló dos veces seguidas en el intento de sacar de su área.

La secuencia comenzó con una intervención de Zé Welison, que cortó la trayectoria del saque del arquero oponiendo el cuerpo.

El arquero Wilson Quiñónez, viéndose forzado, optó por despejar de cabeza hacia el centro del campo y el rechace le cayó a Tomás Pochettino, que aprovechó la oportunidad para rematar desde fuera del área hacia el arco vacío.

Con el marcador a favor y sin verse amenazado por el rival, Fortaleza bajó un poco los decibelios, pero sin perder el orden en ningún momento.

Lucero amplió la ventaja poco antes del descanso en una buena triangulación con Bruno Pacheco que le permitió plantarse cara a cara con el portero.

Ya en la segunda mitad, la intensidad del juego se desvaneció por completo y solo volvió a haber cierta emoción, casi siempre en el área paraguaya, fruto de algún despiste defensivo o de alguna intervención puntual de los brasileños.

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