El Barcelona, con una plantilla valorada en 5,62 millones de euros, es la más valiosa del continente, según indica el medio especializado Soccerdona. La del cuadro francés, por su parte, es la tercera más cotizada, con un valor de 4.060.000 euros.
Si bien el Lyon no es el segundo más valioso -lo es el Chelsea inglés, un poco por encima, valorado en 4,125 millones-, sí dispone de una partida presupuestaria históricamente mayor.
El ocho veces campeón de Europa –cinco de ellas consecutivas- no ha coleccionado títulos por casualidad. El OL fue uno de los clubes pioneros en realizar una inversión millonaria en un equipo de fútbol femenino.
De hecho, los 10 millones de euros que el Barcelona presupuestó solo en gastos de personal para la vigente campaña ya era el presupuesto con el que contaba el equipo dirigido por Sonia Bompastor en 2020, el de su penúltimo título de Liga de Campeones y el previo a que el Barça irrumpiera definitivamente en la escena europea.
Así, aunque el Barça ha conseguido integrarse finalmente al conjunto de equipos con más pulso económico de Europa, el Lyon juega con la ventaja de llevar años haciéndolo; en 2017, llegaron a acercarse a un presupuesto de 12. Por aquel entonces, el cuadro catalán hacía los primeros fichajes de su historia con un presupuesto de menos de 2.
Sin embargo, no sería justo no mencionar la buena rentabilidad de la sección femenina del Barcelona –la única del club que no contempla pérdidas en el último ejercicio-. Algo reciente, pero que explica el aumento exponencial, tanto de resultados deportivos, como de cifras económicamente favorables.
En 2022, EFE avanzó que el presupuesto del Barcelona, por aquel entonces entorno a los 4,5 millones de euros, se debía en parte al patrocinio de la marca estadounidense Stanley, que vistió al equipo femenino de 2018 hasta esa fecha.
Desde entonces, los ingresos, gracias a la incorporación de nuevos patrocinadores, más ticketing y, en general, una actividad comercial mayor, han ido al alza.
Xavi Budó, director de Deportes del club, reconocía el pasado septiembre en una entrevista que los ingresos aumentaron un 95% en la temporada 2022-23 con respecto a la 2021-22: "El femenino estaba generando de ingresos 4 millones de euros y cerramos la 2022-23 con una facturación de 14. La previsión para la 2023-24 es de 17,5 millones de euros", señaló a 'Mundo Deportivo'.
En el vigente curso, el gasto presupuestado total del equipo ronda los 15 millones –sin contar el superávit que se prevé, en torno a 2 más-.
Manejando esas cifras, el Barça ha situado su equipo femenino en la cúspide del fútbol europeo de forma definitiva, más, lo ha hecho en un contexto de recortes y crisis institucional en el club y formando su columna vertebral en casa.
La Masia ha nutrido el éxito del Barça de hoy; las cuatro jugadoras más valiosas: Aitana Bonmatí (650.000€), Alexia Putellas (500.000) y Patri Guijarro (450.000€) provienen de la cantera, y Caroline Graham (500.000€) fue un fichaje a coste cero.
En el caso del Lyon, las futbolistas con mayor valor son las delanteras Ada Hegerberg (450.000€) y Kadidiatou Diani (350.000€), les siguen las defensas Wendie Renard (275.000€) y Selma Bacha (270.000€), todas también a coste cero. Bonmatí, Putellas, Hansen y Hegerberg integran el top-5 de futbolistas más valoradas del mundo, Sam Kerr, jugadora australiana del Chelsea, completa el círculo (500.000€).
A falta del presupuesto oficial y actualizado del cuadro francés, que a diferencia del Barcelona sí es una Sociedad Anónima Deportiva y que en 2022 se situaba también entorno a los 10 millones, sorprende su ausencia entre los diez equipos femeninos que mayores ingresos consiguen al final de cada temporada.
Según el informe anual de la consultora Deloitte, el Barcelona lidera, con diferencia, los ingresos respecto al resto de clubes europeos con un último ejercicio de 13,4 millones.
La ausencia de Lyon –y de Wolfsburgo- en el listado de los clubes con mayores ingresos se explica por la presencia mayoritaria por clubes de la liga inglesa –la más fuerte económicamente de las europeas-, además del Real Madrid y el Paris Saint-Germain.
A falta de datos actualizados que aporten luz sobre la actividad económica del cuadro francés más allá de la que disponemos históricamente, la adquisición del 52% de las acciones del equipo femenino por parte de la empresaria surcoreana Michele Kang hace justo un año, controlado hasta entonces por el OL Groupe, supone la inversión de capital por parte del grupo YMK Holdings y evidencia el motor económico que supone la marca en el panorama internacional.
Sin ir más lejos, la adquisición, según aseguró la misma Kang, tiene como objetivo fomentar económicamente el desarrollo “completo e independiente” del ocho veces Campeón de Europa, con un "proyecto ambicioso" para el "avance global del mejor equipo del mundo".
En cualquier caso, el crecimiento del fútbol femenino es exponencial e imparable, en términos deportivos y comerciales. La prueba de ello es la creciente inversión y unas audiencias sin precedentes.
Todo ello no casa con las ínfimas percepciones que recibe cada equipo en ganar la Liga de Campeones y que dista de las inversiones millonarias hasta aquí expuestas; en la final, el subcampeón ingresa 200.000 euros; el campeón, 350.000.