El 1-0 lo encarriló todo muy rápido, por medio de David Brooks, oportuno para rematar el rechace del portero tras una acción de Harry Wilson. Aún más el 2-0, en una estrategia de falta: la pisó Wilson, la ajustó con la derecha Neco Williams para agrandar la diferencia sobre Finlandia a los 38 minutos, rumbo a una victoria de la que hubo pocas dudas.
Alguna surgió al borde del descanso, cuando Pukki anotó el 2-1, pero fue una preocupación fugaz para el conjunto galés, que al minuto y 20 segundos de la reanudación ya había repuesto el marcador en su sitio anterior: Brennan Johnson remachó al lado de la línea el 3-1, tras un lanzamiento de falta lateral y un rebote. Estaba solo. No fue fuera de juego.
El 4-1, en el 86, fue de Daniel James, que presionó y aprovechó el error fatal de Miro Tenho, el último defensa, que se durmió con el balón.
La victoria aumentó la racha local de Gales, que sólo ha perdido uno de sus quince partidos de clasificación para la competición continental en casal, con 11 victorias y tres empates.