"Ha sido mi título más especial", aseguró Klopp, consciente de la dificultad de un trofeo que han conquistado con once jugadores del primer equipo lesionados y tras una prórroga en Wembley.
Los de Anfield inauguraron en el templo inglés la recta final de la temporada, la época del curso en la que los títulos empiezan a dirimirse y lo hacen en una situación crítica, con media plantilla en la enfermería, pero con la motivación y el impulso de estar ante los últimos cuatro meses de Klopp en Anfield.
El 30 de junio se bajará el telón a una función de nueve años y que por ahora ha reportado ocho títulos al Liverpool, contando su décima Copa de la Liga conquistada ante el Chelsea. El tope sería lograr el póker, añadiendo la FA Cup, la Europea League y la Premier League.
Sería la primera vez en la historia que un club inglés logra el triplete doméstico, además de añadir un título europeo a la ecuación. Mejoraría la 2000-2001, cuando con Gérard Houllier en el banquillo ganaron la Copa de la UEFA contra el Alavés, la FA Cup, contra el Arsenal, y la Copa de la Liga, contra el Birmingham City. Solo les faltó la Premier League, donde quedaron terceros tras el Manchester United y el Arsenal.
"Espero no hablar demasiado pronto, pero ojalá podamos ganar unos cuantos títulos más", afirmó Virgil Van Dijk, autor del gol en el minuto 118 que dio la primera carta del póker a los 'Reds'.
El horizonte, pese al primer buen augurio, es complicado. El calendario no da respiro, tal y como explicó Klopp tras la victoria: "Amo este país, pero el calendario está hecho para que no se ganen muchos títulos".
Sin tiempo para descansar ni celebrar, el Liverpool volverá a jugar este miércoles, en la FA Cup contra el Southampton. "Ahora mismo, no tenemos equipo para ello", apuntó el técnico alemán, que tuvo que alinear a cinco jugadores menores de 20 años contra el Chelsea, con una media de edad de 22 años en el equipo.
"De algún modo, el miércoles habrá un Liverpool en el campo", añadió, mientras por la zona mixta de Wembley desfilaban en muletas Curtis Jones, Wataru Endo y Ryan Gravenberch, tres de los que no estarán contra el Southampton, junto a un lista que incluye a Alisson Becker, Trent Alexander-Arnold, Diogo Jota, Thiago Alcántara, Stefan Bajcetic y Joel Matip. Klopp confía en recuperar a Darwin Núñez, Mohamed Salah y Dominik Szoboszlai.
De sortear al Southampton, cuarto en el Championship, y clasificarse a los cuartos de final, el Liverpool tendrá que centrar su atención en la Premier, con la visita al City Ground del Nottingham Forest el sábado, antes de volver a Europa, donde se enfrentará al Sparta de Praga en los dieciseisavos de la Europa League.
Con una exigua ventaja de un punto respecto al Manchester City, el Liverpool se jugará la liga cada jornada -restan doce para el final- y comenzará a jugar dos partidos a la semana hasta prácticamente junio. Algo similar a lo que les ocurrió en la 2021-2022, cuando jugaron los 63 partidos a los que optaban, perdiendo la Premier contra el City, la Champions, contra el Real Madrid, y ganando las dos copas domésticas ante el Chelsea.
"Empezar este período con un título es muy importante", manifestó Mac Allister.
"Para ganar cosas tenemos que ir partido a partido y hacer en la cancha lo que nosotros queremos. Vamos a ir por todo. Sabemos lo difícil que es, pero si vamos partido a partido, una posibilidad hay", agregó el argentino.