"Vamos a ser muy flexibles, pero creo que todo se tiene que hacer conversando las partes", dijo César Acuña, fundador del club ubicado en la norteña ciudad de Trujillo.
Al respecto, explicó que, si Guerrero "ha decidido no venir" tendrá que conversar con su hijo Richard Acuña, actual presidente del club, para "ponerse de acuerdo (con el futbolista) para dejar sin efecto el contrato".
Acuña consideró que "lo primero que tenía que hacer Paolo es explicarles a los trujillanos y a los peruanos por qué no viene".
"Y luego, el segundo paso, es ponerse de acuerdo, porque hay mucha expectativa (con su llegada)", comentó el también gobernador de la región La Libertad, de la que Trujillo es capital.
Poco antes, Guerrero comentó que "lo que más quería era jugar en el Vallejo, jugar en Trujillo que es una ciudad linda", pero que no lo iba a poder hacer por su seguridad y la de su familia.
Al respecto, explicó que la semana pasada, horas después de firmar el contrato de manera virtual con el equipo de la ciudad de Trujillo y mandarlo a su abogado, su madre lo llamó para relatarle que había recibido mensajes amenazadores.
"Le dije que esté tranquila, que no sabíamos quién era esa persona, que apunte el número y que lo iba a ver con Julio García (abogado de Guerrero). Le repetí que no pasaría nada, el Perú me quiere. Conversé con mi abogado, no sabíamos hasta dónde podría llegar esto", dijo Guerrero.
En su rol político, Acuña se reunió la semana pasada con las autoridades del Gobierno peruano para pedirles que declaren en emergencia a su región ante el incremento de los delitos y el embate del crimen organizado.
Tras recibir esa solicitud, el gobierno anunció este lunes que declaraba en emergencia a las provincias de Trujillo, tercera ciudad del país, y Pataz, para que la inseguridad ciudadana sea enfrentada por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.