El atacante, que abandonó el campo por su propio pie, primero fue atendido sobre el césped por Óscar Celada, médico del conjunto madrileño, pero después se dirigió al banquillo, donde el doctor le hizo varios movimientos en la articulación, entre evidentes gestos de dolor del goleador internacional español.
Antes del final de la primera parte, Morata y Celada tomaron camino del vestuario, donde se reveló que sufre "un traumatismo con torsión de rodilla", a la espera de más pruebas.